Mauricio Micheloud

Hacía mucho que no perdía mi tiempo de esta manera: leyendo algo que en principio parecía que podía aportar «algo». Me equivoqué.

Más allá de la tipografía, la cuestión pasa por una cuestión de base, de como se entiende la cultura y la creación. Como diseñador uso técnicas que ya han usado otros, herramientas que yo no inventé, inspiración que seguramente se basa en experiencias con otras obras artísticas y de diseño. Poco o nada he pagado por eso. No me creo con derechos exclusivos sobre una obra que en realidad pertenece a la humanidad (quién me dió libremente el conocimiento para crear lo que puedo crear). Si, en cambio, me creo con derechos de cobrar por mi trabajo a quién me lo encargue. Eso es otra cuestión.

En la música es más claro porque se trata de partituras con combinaciones de notas idénticas o no. Pero al igual que cualquier rama de la creación y creatividad humana hay que diferenciar entre estilos que se aúnan porque se encuadran en una época o movimiento estético particular. de ahí que salgan productos semejantes que nos hacen recordar a otros. Otra cosa es la copia o robo de una idea. Aquí habría que meterse en la discusión sobre si el arte y el conocimiento en general debe ser propiedad privada o un producto al alcance de todos para ser consumido y recreado.