Diana Azeneth

Pienso que es muy interesante el cómo marcas al principio de tu artículo, la diferencia entre el hacer diseño y el pensar diseño, porque en lo personal, el diseño es una actividad pensada, no surge meramente del instinto, de las ganas, de la inspiración, ni de las emociones o sentimientos, ya que el diseño no es precisamente arte, y el arte tampoco es diseño. Sin embargo, al terminar de leer tu artículo presto atención en el hecho de que sí se necesita cierto bienestar mental para poder darse el tiempo para diseñar, no precisamente inspiración, pero sí una mente libre de tanto conflicto en el que uno se ahoga regularmente; como diseñador industrial se requiere de una paz en tu ser para darse la libertad de ser empáticos por algún usuario, preocuparse por situaciones o problemas o que quizá no son nuestros, pero, imposible hacerlo si uno no puede ni con los problemas con los que se rodea, dentro de nuestro entorno-país.