Yo me acuerdo cuando nosotros empezamos a hablar del diseñador emprendedor, había gente que nos decía que además de diseñar, producir, tenemos que gestionar. Bueno, podés hacerlo o no hacerlo, pero la realidad que te toca es esta: si no querés gestionar, empleate en una empresa. Entonces, andá, metete en una empresa, tratá de que, digamos, sea la mejor empresa. Si te metés en una empresa, hay que ver qué oferta hay, si te toca la fotocopiadora, si te toca desarrollar marcas, etcétera. Y si no, hay que desarrollar competencias. Y desarrollar competencias es un proceso largo que no se resuelve solamente con un caso, dos casos o tres. Tiene que haber masa crítica en el desarrollo de competencias. Eh, desarrollar competencias significa lo que vimos al principio: planificar la salida, analizar cuáles son las fortalezas de uno, cuáles son las debilidades, dónde puedo aprovechar. O sea, hacer lo que hacen los otros empresarios que vimos. Exactamente lo mismo para con nuestro servicio. Esto, eh, pasa en cualquier industria o en cualquier sector donde la oferta empieza a saturarse. No es solamente en el mundo del diseño. Eh, la gente que empieza a hacer un clic y trata de empezar a profesionalizar su propuesta. Y profesionalizar su propuesta no tiene que ver con hacer un mejor o peor logotipo, sino profesionalizar su propuesta de valor en general, su servicio. Bueno, es gente que, eh, en principio, no tiene garantizado el éxito, pero tiene posibilidades de acercarse a una sobrevida de su proyecto mayor que el que no lo hace. Y además, tiene posibilidades de acceder a mejores proyectos, a proyectos más complejos, con más experiencia, con más nivel de sofisticación. Eh, yo no diría que el mundo del diseño es un mundo o el de los diseñadores es un mundo que tiene tantas particularidades en relación a la búsqueda de clientes como para que no le caigan las generales de la ley respecto de otro tipo de emprendimiento. Si uno quiere vivir de lo que hace, tiene que trabajar para gestionar ese proyecto. Es un esfuerzo mayor que emplearse, porque cuando uno se emplea, entra a las 8 de la mañana, sale a las 5 de la tarde, tiene el sueldo garantizado, le guste o no le guste lo que hace. Hay alguien que se dedica a buscar clientes, hay alguien que se dedica a armarme el trabajo. Si quiero hacer eso, bueno, tengo que lograr asumir esas competencias, ir por ese camino y encontrarle el gusto a ese camino. Alguien decía: están quienes trabajan de lo que les gusta y otros que tratan de que su trabajo les guste. Bueno, gestionar, poder abrir nuevos caminos, generar nuevos escenarios, nuevos clientes, es tratar de encontrarle el gusto a ese trabajo. Y si no le encuentran el gusto a ese trabajo, bueno, tienen que reflexionar si ese es el camino que quieren. No todos quieren y no es el camino para todos. Pero me parece importante decir, recalcar, que hoy este sector es un sector que tiene mucha oferta y que, por lo tanto, ir con las mismas herramientas que hace 30 años no es viable desde ningún punto de vista. Es viable, como dije al principio, para algunos hipertalentosos. Eso es posible, son muy pocos esos. Si ustedes tienen que tomar referencias sobre ese camino, busquen referencias entre aquellos que, a igual situación de ustedes, pudieron crecer y no tanto los Maradonas, porque los Maradonas son Maradonas, no hace falta otra cosa. En cambio, el resto son referencias más significativas en su proceso de crecimiento que los Maradonas.