Lo primero que tenés que tener en cuenta es a quién va dirigido. Puede ser que el brief que te den esté muy bien redactado y tenga mucha información o puede ser que no. De todas formas, vos podés agregar valor a esa información que está ahí. Investigá a quién va dirigido y si no está bien especificado, inventá una persona para la cual estarías diseñando. Pensá en sus gustos, sus aspiraciones, su universo. Y de ese universo, relevá el universo gráfico. A ver, ¿qué tipo de estética rodea a esa persona? Si le gusta la vida saludable, si le gusta el yoga, si le gusta la jardinería, bueno, cualquier cosa que tenga un interés relacionado con esa persona te puede servir de inspiración. Ahora, no quiere decir que ese envase o que ese diseño que hagas va a ser consumido solamente por esa persona. Esa persona representa a toda una gran masa que tiene esos mismos intereses e incluso a los que no les interesan ese tipo de producto. Si yo no como saludable, pero quisiera empezar o incorporar, reconozco el estilo gráfico de ese tipo de productos y me voy a inclinar por él. Si no pensás en una persona en particular, te va a pasar que te vas a volver algo genérico.
El segundo punto es investigar el entorno. Puede ser que estés diseñando para un producto en un mercado que vos conocés. Podés ir al súper, y andá al súper, sacá fotos o a la tienda y mirá, comprá, incluso si podés, relevá productos que estén en la categoría de lo que tenés que diseñar. Si no están en tu país, no te preocupes, tenés montones de herramientas online. Amazon explota de productos de todo el mundo, de todas partes. E incluso también te viene bien relevar algunos productos que sean aledaños a la categoría, o sea, que no sean competencia 100 % directa, sino que pueden estar como productos accesorios a ese universo que puede ser de ese mismo consumidor. Eso te va a ayudar a entender cuáles son los patrones culturales que hay en ese país e incluso reconocer fundamentalmente cuáles son los códigos cromáticos que tenés, porque tenés seguramente un color de categoría que es un acceso directo para que la gente identifique cierto tipo de productos que corresponden a ciertas categorías. Y por otro lado tenés lo que son los colores de variedad, que son patrones culturales que cada sociedad establece de alguna manera. En general, el jugo de naranja está representado con el color naranja. Difícilmente puedas instaurar un nuevo color para comunicar la variedad de naranja, pero sí podés articular en el color de marca. Teniendo en cuenta cuáles son los códigos cromáticos de la categoría de lo que estás diseñando, podés elegir un color de marca que bien siga al resto para entrar en categoría rápidamente o justamente se diferencie porque encontrés una oportunidad de diferenciación. Es común que en los cosméticos se use mucho el azul o se use mucho el negro. ¿Quiere decir que hay que usar eso sí o no? Si vos encontrás una manera de entrar en esa categoría con un color de marca diferenciador, es una gran ventaja. Puede ser que sea difícil instaurarlo y que lleve tiempo, sí, pero hay que encontrar la manera de fusionar los dos universos, el conocido, digamos, y el innovador, para poder lograr poner en el mercado un producto que se identifique, pero que se diferencie también. Coca-Cola, por ejemplo, tiene un color de marca que es el color de variedad, o sea, no tiene sabores diferentes, es el sabor Coca-Cola. También existe la Zero, la Light, que pronto van a desaparecer, quizás, no sé, es mi opinión, pero tiene un color de marca que identifica la variedad, el sabor. Después Sprite tiene otro color de marca que identifica esa variedad y ese sabor. Fanta lo mismo. Así con las gaseosas en general pasa eso.
¿Te gusta lo que estás viendo? Bueno, suscribite al canal de FOROALFA, te vas a enterar de un montón de otras cosas y de todos los videos que están por venir. También puede pasar el caso de que utilices la estrategia de color de variedad. Por ejemplo, los tés tienen un color cada uno para comunicar la variedad y la marca es neutra, es blanca, gris o negra y acompaña en realidad el color de variedad porque la estrella es el color de variedad. Esto está buenísimo porque te permite diferenciar muy rápidamente cada uno de los sabores de la marca, pero no estás construyendo un color de marca consistente que sea reconocible. Algunos pueden llegar a tener problemas después cuando tienen que aplicar la marca en otras piezas que no sean el packaging porque decís: "Bueno, si el color que reina es el color de variedad y en cada producto es distinto, ¿cuál es el color de marca?". Probablemente sea el neutro, el blanco, el negro, el gris. Lo importante es que esté pensado y que esté planificado. También tenemos el caso de Cadbury, que tiene un color de marca unificado en todos sus productos, que es ese violeta clásico, pero también tiene un color secundario en menor proporción que es el color de variedad que te permite identificar los distintos tipos de chocolates, sabores o ingredientes que tiene. Entonces, tenés un bloque de color de marca reconocible y un sector más chico para reconocer la variedad y el sabor, para no terminar comprando algo que no querías.
El tercer punto es contar una historia de marca mediante la arquitectura gráfica del envase y principalmente se compone de tres elementos. El primero, la marca o la marca gráfica o el logotipo o como quieras decirlo. Eso tiene un estilo gráfico o tipográfico que te establece ya el tono de comunicación de una marca. Podés usar una tipografía serif con colores oscuros para algo un poco más serio. Podés tener algo, una sans serif muy ortogonal y que quizás dé un toque medicinal o podés tener algo caligráfico, manuscrito, que te denote artesanalidad o espontaneidad. Lo importante es pensar cuál es el mensaje que querés transmitir con el estilo de la marca y, además, para complementar esto, el color investigado de lo que hablamos previamente: cuál va a ser el color de marca, si es un color que se identifica con la categoría, si es un color que se identifica con el rubro del producto en el que estás diseñando. Importante es tener en claro la función. Si vos tenés en claro la función, probablemente sepás cómo vas a elegir o por qué elegir cierto estilo o cierta cromática.
El segundo punto es el descriptor, que es, digamos, lo que define qué tipo de producto es, de qué se trata. Algunos quizás no tengan descriptor, como el caso de Coca-Cola. No tiene un descriptor que te diga bebida sabor cola. Entonces, no tenés ese elemento, pero en la mayoría de las cosas tenés un descriptor de qué se trata o te cuenta qué sabor es y ese también tiene un estilo gráfico que tendría que complementar el de la marca. Si a los dos les das el mismo tratamiento, probablemente estás o restando jerarquía a la marca o le estás dando demasiada jerarquía al descriptor. Entonces, ahí hay una competencia, digamos, de personalidad que no se sabe quién es el que manda, y el que manda siempre tiene que ser la marca porque es como ese primer encuentro que tenés con una persona, que es la primera imagen que tenés de quién viene. Es el reflejo de quién está detrás de todo esto. Además, en el descriptor tenés que tener en cuenta el color de variedad, que va a complementar el color de marca o no, dependiendo del layout que elijás para el área de color de marca o el área de ubicación de marca y el área de variedad que pueda ser que tenga color o no.
El tercer punto de la arquitectura gráfica del envase es la imagen clave. Y acá hay múltiples opciones. Puede ser que la imagen clave del diseño sea la marca. Por ejemplo, en Coca-Cola la imagen clave es la marca, no tiene otro elemento añadido, pero en muchos otros casos sí puede ser el producto mismo, una fotografía del producto mismo. Y hay dos posibilidades. Puede ser literal, que le hayan sacado una foto al producto o a la naranja del jugo de naranja, o puede ser simbólica, que requiera cierto tipo de interpretación, por ejemplo, una naranja como si fuese un globo aerostático. Entonces, le estás dando una operación retórica que resignifica al producto y le da un vuelo diferente. También puede referir al origen, a la situación de consumo, a las sensaciones que evoca. El último punto que puede ser que tengas que trabajar es el atributo principal. A veces puede ser el tema de la imagen principal. Por ejemplo, un chocolate 70 % cacao en general tiene ese atributo como imagen principal o secundaria, pero va a tener mucha preponderancia. Algunos cosméticos o productos funcionales también lo tienen. La estructura del diseño de Pringles tiene una especie de tótem de información que es la marca, el descriptor y la imagen clave. La marca es el logotipo con el hombre de bigotes. El segundo es el descriptor, que tiene una tipografía como más descontracturada, divertida, distinta a la de la marca. Y después está la imagen clave, que es el producto que está como en una especie así de glorificación, que tiene estrellitas alrededor y algo que lo ilumina como si fuese una estrella. También puede ser que estos elementos estén mezclados. Por ejemplo, en el yogur Valley, la imagen clave integra a la marca y están unificadas, y por debajo tenés un descriptor y hay un color de variedad.
El cuarto punto importante en todo proyecto de diseño gráfico de packaging es el formato. Si bien puede ser que a los diseñadores gráficos no nos llamen para hacer un diseño estructural de packaging, y es lo que pasa en la mayoría de los casos, sí podés usar algunos recursos para trabajar sobre la estructura del envase, la estructura que ya tiene, que sea un estándar, no importa. Primero tenés que entender las tres dimensiones del envase, recorrerlo. Aunque sea un sobre, tiene frente y dorso. Siempre tiene algún recorrido que se pueda plantear. Y si en esta historia que querés contar del diseño podés plantear un recorrido a lo largo de todas esas caras, muchísimo mejor, porque vas a aprovechar algo que ya tiene el envase de por sí. Otra cosa que se puede tener en cuenta para el envase son las interacciones, por ejemplo, entre envase y producto. Muchas veces tenés envases traslúcidos que pueden jugar con el interior del envase mostrando el producto y hacer un juego de figura y fondo. O podés resignificar, por ejemplo, una ventana que no tenga una forma cuadrada, sino que tenga una forma de algo evocativo que pueda resignificar lo que tiene en su contenido. También puede ser que podás trabajar con un facing extendido, que son recursos gráficos que cuando ponés un producto al lado del otro parecen tener una continuidad gráfica y eso aumenta mucho la sensación de bloque de marca en la góndola. El tercer punto del formato es la materialidad. El envase está hecho de algún material, de por sí tiene que estar hecho con algo. Investigá qué tiene, qué sensaciones te evoca, qué se puede hacer con ese envase. A veces se le pueden dar tratamientos que te generen distintas sensaciones como los esmerilados, los mates o las terminaciones que por ahí sí se pueden manipular en lo que es el envase y no es sobre la forma, sino más que nada la superficialidad. Pero eso te puede ayudar a fortalecer el mensaje que querías transmitir con todos los elementos del diseño gráfico.
El quinto punto, y no por eso menos importante, es conocer las especificaciones técnicas de impresión. Algo que a veces cuesta bastante desde el diseño gráfico porque falta un poco de formación o información o incluso de interés de algunos. Te diría que casi es con lo que tenés que empezar el proyecto junto con el brief, saber cómo se va a imprimir y, una vez que tenés esa información, averiguar e investigar sobre el sistema de impresión. En packaging hay básicamente cuatro sistemas de impresión que son los más usados. La flexografía para todos los envases flexibles: paquetes de galletas, los snacks, todo lo que sean bolsitas. Son como una especie de sellos que imprimen material continuo que mejoraron mucho a lo largo del tiempo y tienen ahora una definición muy muy buena. Antes quizás no se podían imprimir fotos. Hoy en día se puede hacer casi de todo. Hay distintas calidades, pero las mejores imprentas tienen excelentes resultados. Algo parecido es el huecograbado, pero son cilindros de metal, con lo cual hace que sea bastante más caro el insumo, pero son mucho más duraderos. Se están usando básicamente en las largas tiradas o en los productos de consumo masivo. También está el offset, que es, digamos, el sistema de impresión más conocido en la industria del diseño gráfico por la folletería, las tarjetas, que básicamente son los estuches, digamos, las cartulinas. Pueden ser también estuches rígidos como los de vino, pero que tienen un forrado y tienen otro tratamiento. Pero el offset en sí es el que más fácil, digamos, es diseñar en función de él porque no tiene tantas restricciones como quizás los otros, en los que hay que tener ciertos cuidados. Y lo último que se usa en impresión es la impresión digital. Está creciendo muchísimo. En general se usa para etiquetas o productos de baja producción, pero permite personalizarlo, hacer muchos cambios en pocas cantidades y tener una precisión cromática muy muy buena a pesar de que no se pueden usar colores especiales, no hay pantones, todo está formado por cuatricomía, pero tiene una calidad excelente. Seguramente va a ser el sistema de impresión que más crezca en los años que vienen.
El último punto es, además de investigar los sistemas de impresión, consultar con el que va a imprimir el producto. Posiblemente al principio del proyecto no lo sepás o no lo tengas en claro, pero a medida que vayan progresando los estadios de avance, podés empezar a contactarlo, preguntarle a ver cuáles son sus requerimientos, si tiene ciertas especificaciones técnicas, porque quizás tenga una máquina que tenga ciertas prestaciones que otras no o tenga otras limitantes. Lo mejor siempre es estar del lado del impresor y hacer una preentrega, enviarle un previo, un PDF, un JPG y comentarle cómo es que estás pensando que eso se puede imprimir y pedirle consejos. Eso seguramente te va a allanar el camino para que cuando entregués el original podás entregarle un archivo que sea apto para el sistema de impresión que él tiene y producirlo de manera exitosa.
Espero que te haya gustado. Estas son para mí las cinco claves básicas del diseño gráfico de packaging. Primero, es tener muy bien especificado a quién va dirigido. Si no te lo dan, especificalo vos. Pensá en alguien, diseñá en función de alguien a quien le interese algo y dale eso que él quiere porque esa persona representa a un montón de otras. Investigá el entorno, movete, levantá el traste y andá al supermercado, sacá fotos, relevá, comprá, mirá en internet, buscá por todos lados que hay información de sobra. Tercero, entender la arquitectura gráfica del packaging para contar la historia. Marca, imagen clave y descriptor. Con esos tres elementos, pensando bien cuál es la función de cada uno, podés contar una historia que cierre perfecto. Cuarto, tener en cuenta el formato, cómo se compone el envase, los 360º, qué podés contar en el frente, en el reverso, en el dorso, abajo, arriba. Siempre hay un lado donde puedas poner un mensaje que pueda incrementar la percepción de calidad de la marca. Y quinto, las especificaciones técnicas. Preguntalas desde el principio, hablá con el impresor, consultá, investigá, buscá en internet, hacé algo para entender cómo hay que preparar un archivo bien para imprimir. Hacé una preentrega, enviale algo, un previo para chequearlo y consultá. Seguro que eso te va a resultar mucho más fácil después para poder armar un archivo y que el impresor después no te quiera matar y salga todo bien impreso. Si te gustó este video, dale me gusta, suscribite al canal de FOROALFA y si tenés dudas, consultas, comentarios, acá abajo podés dejar todas las inquietudes que tengas. Y bueno, si hay muchas inquietudes o a mucha gente no le gustó, bueno, también podemos hacer un video contestándole a todos esos o explicando o ampliando más algún tema que te haya interesado. Hasta la próxima.