Roberto Varela

Si quieres conocer la luz, debes conocer la obscuridad. Si quieres conocer la obscuridad, tienes que negar la luz. Mucha gente a lo largo del tiempo tiene percepciones erroneas acerca de la luz y la obscuridad. La definición más difundida, es que la luz, es aquella que dice toda la verdad y encubre lo bueno, y la obscuridad aquella que encubre lo malo, y debería ser erradicado, cuando lo cierto es que para poder saber de la luz, se necesita conocer nuestros demonios internos, las cosas que nos atormentan, la raíz y nuestros verdaderos orígenes, donde se refugia nuestro verdadero ser, los datos que se almacenan, para después ser revelados a la luz. Los verdaderos seres de obscuridad son aquellos que viven comodos con su realidad y no estan inconformes en cambiarla, pues, al tener una finita concepción de ellos mismos, no se dan alternativas al cambio para poder mejorar, desde un punto inicial de sus vidas, negando que esto no es necesario. Las imagenes que nos muestran de la luz y la obscuridad (tanto para los que son partidarios de una como de la otra) son tan pueriles para educar a un pueblo amaestrado, por los estereotipos comunes y corrientes, para no caer en el desprecio de una sociedad dormida. Negarte es una condición tan natural en cualquier ser vivo, que suprimirla sería caer en la soberbia, y en la estupidez. Si tu quieres tener luz, debes de negar quien eres, porque puedes caminar por caminos falsos, no es sencillo, porque es abandonar una vida, para tener otra, y otra mejor, tendrás que enfrentarte con el hecho de una pérdida, del luto y la melancolía, con la confusión y con muchas preguntas atormentadoras y finalmente te topas con la realidad pero al final te planteas otro tipo de cuestiones y visiones de vida que hacen que fundes otra vida para entender el porque del abandono de eso que amabas. Es jugar con fuego, puesto que no sabes que habrá en el futuro, pero tienes la esperanza, de que al final las cosas, serán mejores de lo que esperabas.