Oscar Guayabero

Creo que olvidas un detalle. Es precisamente el sistema en que el diseñador ha de dar servicio al cliente, independientemente del sentido y de la validez del producto que este quiera fabricar, lo que nos ha llevado a este punto de "casi" no retorno en cuanto a la explotación de recursos naturales, por no hablar de la crisis económica. También los economistas podrían decir que ellos simplemente están para que sus clientes ganen más dinero y por tanto está de más una orientación social de su actividad. Probablemente, el error es intentar adjetivar el diseño como social o como sostenible. Acaba siendo terreno abonado para el Greenwashing o la Responsabilidad Social Corporativa como argumento de venta. Diría que adjetivos como social, accesible, sostenible deberían ser premisas irrenunciables de cualquier producto. Y eso, contrariamente a lo que dices, no les resta competitividad si no que les añade valor.