Diego Castro

no creo que en el objeto industrial función comunicativa y «práctica» puedan considerarse como secundaria y primaria respectivamente, parecieran llevarse a cabo al mismo tiempo, un objeto que funcione pero que no comunique su función también parece servir para dos cosas...

Es el mismo problema que enfrentan las bellas artes con sus críticos, teóricos y curadores, cómo pueden entender estos personajes las obras y escribir tanto de ellas si apenas saben coger un pincel??? creo que al que le queda grande la práctica no tiene más remedio que meterse de teórico. Los que abogan por autores que respalden este artículo caen en el oficio del teórico de no ser capaz de proponer nada sin «argumentarlo» desde otro reconocidísimo autor. Y en lo que respecta a J. Costa, si es él quien diseña sus libros...dónde está la aplicación teórica? si no lo hace, qué irresponsable.

mmm creo que es algo completamente arbitrario, no sólo porque en sí el color no existe en la realidad, sino porque también de país en país y de cultura en cultura adquiere connotaciones distintas. Por ejemplo el verde de los hospitales que resultaba ser propicio para conllevar la enfermedad, fue alterado por el hospital Hello Kitty hacia los matices del rojo (que es el opuesto) y ofrece los mismos resultados, entonces debe ser como un tipo de sugestión preestablecida o algo así.

tan bonitos

me parece que mi primer referente a la manifestación estética pictórica de áfrica es el dinamismo cromático y formal, según eso el identificador puede responder bien si lo que está interpretando es toda esta cultura visual. No todo debe ser bauhaus ni tiene por qué serlo, sobretodo hablando que esto es una cultura gráfica totalmente distinta a la que predomina por estos lados....dejen de criticar tanto! que ni el de Alemania, que es la cuna del diseño, es la materialización de la síntesis formal subyugada al mensaje.

No sé qué pensar...nos hacen ver el libro como la democratización de la información, hoy en día los mejores libros son inasequibles para el común de la gente, el libro de diseño tipo Taschen es una maravilla que todos quisieran tener, pero por lo menos para el estudiante promedio se le sale de las manos...las tabletas digitales, vuelven a plantearnos limitantes para abarcar más sectores y en cambio sí, seguen la línea de limitación para volver a los círculos cerrados de información del libro ilustrado manuscrito. Buen artículo para debatir sobre estos avances editoriales.

Antes de la invasión de comentarios de Morelia, que me ayudaron a esclarecer que no fue el primero sino el segundo que quedó, me di cuenta que esto ya se está empezando a tornar agresivo, son opiniones y críticas, tan válidas como cualesquiera y para mí hasta las críticas de gusto son tan válidas pues finalmente aunque la academia lo niegue, todo es cuestión de gusto, dar un valor estético sobre las cosas es lo que nos diferencia de los animales, entonces respetemos aunque sea eso... aun así me gusta que hayan personas leyendo lo que escriben otros así sea para criticar y no solo escribir y ya

jeejejjeje, lo de la página fue algo rabón, pero sí, es algo rara, y entre el primero y el segundo, me quedo con el segundo. Igual, antes de emitir algún juicio contra el diseñador deberíamos ver si el problema fue de quién lo diseñó o de quién (quienes) lo eligió, si era o no el comité adecuado para desarrollar esa labor, y pues lo que generalmente sucede en este tipo de convocatorias a nivel institucional y político es que estas personas no tienen la menor idea de esto.

Les dejo el de colombia que me parece agradable

http://iefangel.files.wordpres...

explosión antimateria...jejejej, me parece que ya llevamos más de 1000 años pensando en construcciones «adecuadas» hasta el punto de creer tener una fórmula para lo que funciona y lo que no, esto nos ha llevado a limitar nuestras expectativas sobre las cosas y así mismo nuestras inclinaciones a la hora de dar un valor estético. Si no salimos de lo de siempre y no le damos nuevos retos a nuestra visión no podremos nunca empezar a explotar y desarrollar todo el potencial del sistema visual.