Cristian Alvarracín (Kyan)

Como contaminación tecnológica describo al dispositivo analógico, mecánico o electrónico inmerso en la escena y que no colabora con el desarrollo de la dramaturgia, más allá de ejecutar acciones programadas.

Por ejemplo si estoy en una obra de teatro donde en la escenografía se utiliza video proyección el objetivo es ADENTRARSE en la propuesta y volverse parte de ella, pero si lo primero que se nota es el proyector que está a mitad del escenario pues algo anda mal, lo que estoy viendo es una escena contaminada. Desarrollé una tesis de Maestria al respecto pero no tengo tantos caracteres ;).

Empezé haciendo teatro pero mi verdadera pasión (como tu dices), es la vida del escenario por eso soy diseñador y aplaudo tu defensa de devolver a la escena la expresividad que le pertenece eliminando la contaminación tecnológica. Buen artículo.