Rodrigo Riffo Parra

También reviso mi profesión y me gusta el planteamiento del artículo, al ser publicista 24/7 uno vive de la constante del «Cambio», intrínsecamente vinculado al oficio del diseño gráfico. Mis colegas diseñadores extrañan hoy en día los procesos de búsqueda en función de los conceptos centrales creativos todo es tan efímero y encima los clientes no comprenden que un buen resultado depende de que se investigue sobre su producto y/o servicio. Aún también, por otra parte la capacidad de reacción es muy valorada y en tu bajada lo dices, el proceso de aprendizaje es también constante.

siempre me he formulado el mismo cuestionamiento, aún no siendo diseñador propiamente tal, y trabajando en gráfica...recuerdo a uno de los grandes, Ogilvy, quien postulaba que por ejemplo, una buena relación texto imagen es suficiente para persuadir...ahora bien, rescato mucho lo que planteas del respeto es lo que debe prevalecer en el oficio, la objetividad es decir que el diseño es una ciencia, pues ha de lograrse un trabajo eficaz en términos gráficos...lo bueno y lo malo, es tan simplista como lo crudo o lo cocido...

17 años abrazando la profesión, luchando con tormentas gigantes y sobrellevando la alegría de haber conocido una filosofía de haer las cosas con un sentido mucho más humano que tecnológico. Jobs enseño que la manzana no era privativa, sino por el contrario, le pertenencia a hombres libres, creadores y de una conciencia global, hace más de dos décadas. Aún cuando se rescatan pocas marcas que tocan el espíritu de los americanos, la manzana es una de ellas, siempre adelante, avanzando creciendo y aprendiendo...