Margarita Trujillo

Parece más una maldición que cualquier otra cosa. Las implicaciones de la palabra creatividad muchas veces más que permitirnos libertad, nos oprimen y constriñe hacia el sendero de los clichés y las soluciones espectaculares y poco efectivas. Desarrollar, pensar, nos pone en una categoría de trabajo intelectual. El diseño debería pensarse como tal.

La técnica surge de la sistematización de la experiencia, sin experiencia no hay técnica. Yo creo que si, tenemos que salir, tropezar y aprender y la formación técnica nos sirve para no hacerlo a ciegas.

Hola Lorena, coincido con tu maestra aunque creo que es algo que ni siquiera debería pasarnos por la cabeza. En mi opinión el diseño va más allá de hacer algo que "le guste" o no al cliente o al diseñador. Definitivamente nuestro cliente es experto en su empresa y es algo que deberíamos aprovechar para entender sus verdaderas necesidades y lograr soluciones de diseño pertinentes. Pero también creo que como diseñadores nos hace falta entender nuestra función y sabernos expertos en ella. ¿Por qué el cliente piensa diferente? todos pensamos diferente. ¿Qué pensamos que hacemos los diseñadores?