Marcelo Valdivia

Diego, cuando leo tus palabras, me da una cierta tranquilidad «espíritu-laboral», cuando algunos todavía debaten de las diferencias entre el arte y el diseño y otros de la ingenierización del diseño, es muy bueno comenzar a aclarar los discursos, llegar a un entendimiento en cuanto a los procesos y las definiciones de estos y por sobre todo, dejar en claro que todo proceso que busca la innovación, requieren de insights que integren todos los actores.

Muy buena nota, sobre todo porque nuestra profesión se basa en la confianza,. Un ejercicio muy práctico (no garantizado), es que a partir de la segunda reunión con el cliente, no nos sentarse frente a él, … tome la silla y póngase a su lado, la disposición es más a trabajar en conjunto que de confrontación.

Excelente tema, la verdad es que el resurgimiento de la profesión en un momento global potente en el ámbito de las comunicaciones nos lleva al redescubrimiento de todas nuestras potencialidades, lo complejo es, como siempre, la credibilidad de nuestro aporte por parte de la sociedad. El sistema producto no sólo es coherente en su planteamiento, sino que además apunta a consolidar los reales aportes que tiene nuestra profesión en un mundo inevitablemente globalizado. Para participar en este mundo debemos dejar de ser invisibles.