Daniel Alonso

La verdad es que hay que considerar que la experiencia constante es la que justifica éste tipo de casos; como por ejemplo de freelancer, que conforme vas caminando laboralmente te vas topando con muchos tipos de clientes con diferente personalidad y visión del diseño.

Demasiado explícito la medición del sapómetro; en lo personal los clientes grandes me causan controversia al saber que son proyectos con precios altos, y que de alguna manera hasta el mas mínimo error puede costar la mayor pérdida personal...

Interesante reflexión ante la realidad que se presenta hoy en dia... el diseño en su época de oro como lo fue en los años 90's tuvo mucho peso en cuestión de un trabajo digno; en esta revolución tecnológica su crecimiento es constante pero a perdido el valor real que tiene el diseñador y su capacidad de sintetizar correctamente.

En mi opinión el programa de estudios que me ha tocado no explota su eficiencia, ya que éste tipo de prácticas se implementan casi al concluir la carrera. Si se implementaran mas como a la mitad de la carrera, existiría mas práctica como en estos ámbitos de cursos de programas de cómputo empresariales, relaciones públicas, adminsitración de negocios, economía (micro y macro), finanzas, ventas, derecho laboral.

Lo mas adecuado es que éstas materias las implementaran profesores tanto con el conocimiento Administrativo, Económico, etc, como con el conocimiento gráfico.

En sí un buen diseñador no existe por sí mismo, un buen diseñador es el que hace su chamba más allá de la ganancia que pueda existir; profesionalismo, en el cual cualquier trabajador hace su trabajo por gusto y encanto y no por necesidades rutinarias. Para mi punto de vista el ser profesional en el trabajo va de la mano con las buenas ganancias...

Hay que ser competidores y no rivales.