Claudia Navarro

Un artículo muy acertado, y bien también observar que desde las universidades en nuestra carrera, se debería plantear ésta ideología, porque si vien, los diseñadores tomamos determinadas funciones, coincidimos en que la creatividad es la que nos mueve, aquella que un día nos dieron de materia y hoy no podemos dejarla en lo que fué, una asignatura sino que es unvivir día a día con la base en « puede mejorar tal cosa», entonces si la creatividad es digamoslo asi un «modus vivendi», no creo que la profesión la encasille sólo para ciertas cosas, sino para necesidades integrales.

No sé si es por el paisaje tan « conveniente» pero definitivamente me parece un enorme acierto del diseño argentino.

Creo sin ser trágica, que estas páginas de « venta al por mayor» lo único que hacen es aprovecharse de los cambios que ha tenido el diseñador entre tiempos ( salir, socializar, tener cliente, mantener clientes incluso)... y darnos erróneamente « la salida fácil» sin «riesgo alguno», justo ocasiona lo contrario proque saturan el espacio laboral y no nos permiten trabajar normalmente, porque asi como es mas « facil» sentarse en un ordenador y buscar quien da mas.. asi tambien mas clientes se van con la misma « ley».. ¿el resultado? diseños que imploran ser comprados, no importa en cuanto.

Soy titulada universitaria desde el 2004, y efectivamente uno va de empleado a freelance y en ambos casos, ya sea trabajar en Buenos Aires, España o México, uno esta supeditado a dos cosas.. aver cuanto pagan y si es independiente, cuánto asi el cliente no se «aterra» si se vive en provincia es otro factor que no deja ver la importancia del diseño.