Gonzalo Salinas

Un fragmento de la parte final del juramento hipocrático: « Si el juramento cumpliere íntegro, viva yo feliz y recoja los frutos de mi arte y sea honrado por todos los hombres y por la más remota posterioridad». Por otra parte si partimos del supuesto «si el dinero no importara», trabajaría incluso por una sonrisa o un abrazo. Destaco tu pasión, perseverancia y humildad por una profesión que también ejerzo con todo el amor del mundo. Gracias por tu tiempo al responder y por compartir tu artículo.

No estoy de acuerdo, considero que sin ser materialista, el diseño más que un trabajo, es un estilo de vida que se elige por pasión... por amor, pero no me parece que por el hecho de desarrollar una actividad con agrado, se deba aceptar «cualquier cosa» como pago por ello, el diseño lleva procesos de pensamiento y de creación para lograr cumplir con objetivos comerciales para un cliente y si uno mismo como profesional no valora su trabajo en términos económicos, raramente será valorado socialmente. Ofrécele a un cirujano un pancho y una coca por un trabajo de él, a ver qué te responde.