Francisco del Campo

Personalmente creo que es una mala solución, un mal diseño. Argumentarlo me llevaría probablemente más tiempo que diseñar uno nuevo. No me compadezco, creo que tienen lo que se merecen, sólo lamento que semejante engendro esté generando de hecho cultura visual y que la difusión del proceso justifique el "todo vale" que ya lleva tiempo instaurándose en nuestro ámbito profesional.

Tras veinte años de oficio en distintos ámbitos del diseño, sólo recientemente me he asociado (a AGA, Asociación de diseñadores gráficos de Asturias) y la experiencia es muy satisfactoria, sobre todo por el diálogo con otros sobre la profesión y por la posibilidad de trabajar juntos por nuestros intereses. Ahora bien, creo que los colegios como se entienden tradicionalmente son una realidad anacrónica y obsoleta en sentido de que no se pueden poner puertas al campo y además hay mercado para todos incluso en estos tiempos de crisis.

Lo único que me ha traído hacer una marca gratis es más gente pidiendo cosas gratis. (Ojo, no cobrarle a mi hermano cuando empezaba es ayudar a la familia, no trabajar gratis). Me llega una amiga, trabajadora de una ONG, a que le haga un diseño gratis «por la causa». Yo le propuse que me pagara el diseño con su sueldo de un mes «por la causa». No le pareció bien. Curioso.

¿No tiene el que trabaja derecho a su sustento? Un logo nunca vale menos de lo que cuesta, y cuesta por lo menos tanto como mi trabajo con todos sus gastos e impuestos añadidos.

La creatividad no tiene precio.

Os invito a ver las recientemente publicadas tarifas de la Asociación de Diseñadores Gráficos de Asturias: http://www.aga-asturias.org/do... Estas tarifas corresponden a los precios mínimos recomendados por AGA para la realización diversos trabajos de diseño y su precio final estará sujeto a las condiciones particulares de cada proyecto así como la valoración profesional del diseñador.

Van de mal en peor pero, por la calidad de lo que he visto en www.switchdesign.com (la empresa de la que Gabriel de Abreu es director creativo) no me parece que la culpa del mal criterio sea imputable al diseñador, sino al cliente. Aunque creo que la responsabilidad es compartida.

Me ha llamado la atención que diversos medios describen la marca como «la silueta de un hombre negro». Tal vez con eso habría bastado. Todo lo demás es superfluo.