Pablo Anaya Osorio

Es interesante el planteamiento que hace y estoy de acuerdo en los pasos que propone para la formación del diseñador, así mismo la aproximación a problemas de diseño para generar resultados satisfactorios. Sin embargo considero tradicionalista y 'oxidada' su percepción de los "creativos innatos" y de aquellos casos insalvables de seres incultos e incapaces; si bien tampoco creo en una postura positivista que cree que TODOS tienes las mismas condiciones y capacidades, pues está claro que nuestras sociedades aún inmaduras generan vicios y daños (culturales, sociales, cognitivos, políticos, etc) que entorpecen el desempeño como diseñadores (y en general, profesionales). Considero burda o cuando menos, descuidada la presunción de ciertos jovencitos capaces de diseñar en contraste de otros que deberían dedicarse a hacer otra cosa...la propia naturaleza del diseño (viendolo no solo desde lo gráfico), posibilita que muchos perfiles y aptitudes puedan ser explotados adecuadamente; así alguien con una gran noción estética y compositiva dará mejor factura en lo gráfico, quién tenga afinidad con la lógica computacional y logre traducirla en experiencias de interacción en interfaces digitales o físicas hará un gran aporte en nuevas formas de comunicar, alguien con una excelente capacidad empática o comunicativa generará mensajes claros que conecten con una audiencia, aquellos con buenas capacidades de gestión comandará equipos de trabajo y estrategias a buen termino, o quienes piensan grandes historias en imágenes harán audiovisuales sin iguales. En conclusión, aplaudo la agudeza y soltura con que demuestra el conocimiento y la experiencia en el artículo, pero pasa por alto un amplísimo campo del diseño que no se limíta a generar marcas y que no busca a un 'Iluminado gurú' de la escuela tradicional. El mundo cambia todos los días, las capacidades del diseño también.