Eliza Dommar

Lo cierto es que la gran esfera que se encuentra en Caracas inspirada en el antiguo identificador de Pepsi, se va a quedar como la guayavera, con todo y lo que se alabó a nivel internacional. Y además Pepsi es Pepsi, ojalá no haya cambiado el sabor que al final es lo que el consumidor evalúa de una marca tan posicionada.

Sigo pensando que hay que tomar los buenos ejemplos de la historia y dejar de pensar que hay una fuerza superior en nuestros corazones. Quizás la haya, pero no es todo. Como diseñadores hay que pensar en grande, y también que por separado no se hace logra mucho. El diseño es un trabajo de equipo, y se debe escoger a los mejores para que lo inetegren. Alejandro, los mas importantes diseñadores no llegaron a grandes por ser undividualistas o víctimas del sistema, hay algo también de visión, proyecciones, ideas, empuje, voluntad, diligencia, eficiencia, trabajo y mas trabajo. Lúcete, sé el mejor, resalta, ofrece productos, resultados, hechos. los comienzos no son fáciles, nunca. Pero tampoco es motivo de desgracia.

Yo establecería un punto de partida para este debate para no entrar en polémicas estériles. Quizás todas las personas que hasta ahora han escrito, pues lo han hecho efectivamente desde un punto de vista muy carnal, pero para hacer un análisis como este habría que definir varias cosas primero.

El punto de partida del que hablo podría ser, por ejemplo, si se habla de un deterioro, ¿cómo fue ese primer momento glorioso del diseño del que hoy solo se perciben estas cosas malas? o también, en el caso del diseño gráfico ¿cuál sería ese ideal de profesión que todos ansiamos? Mas apropiado quizás podría ser: ¿buscamos causas, responsables o soluciones?

El diseño es atemporal. A lo único que podemos aspirar es a estar satisfechos con nuestro trabajo hoy, a ver si mañana se siente igual. Si bien hay mucho de egocentrismo en nuestra profesión, también hay que asumir que somos un todo por ahora desarticulado, pero que a final de cuentas, somos lo mismo: diseñadores.

Bien sea en España, México, Brasil, Argentina o Venezuela, definitivamente Iberoamérica no ha comprendido la importancia del diseño y es porque como comunicadores solo nos limitamos a comunicarnos eficientemente entre nosotros mismos. El acercamiento de Martín (de Santo Tomé) hacia su alcalde y esa barbaridad de concurso, es fundamental y creo sinceramente que si todos los egresados desde este momento en adelante (incluyéndote Alejandro) nos damos a la tarea de «diseñar» estrategias comunicacionales y luego productos comunicativos para «comunicar» lo que somos, podríamos llegar a construir una base sólida de nuestra profesión. No es cuestión de suerte, ni siquiera de personalidad, o audacia; es cuestión de cultura, de la correcta disposición de los mensajes y de dar la formalidad propia de las fuerzas que mueven al mundo (la economía, la ciencia) a nuestra profesión.

Los problemas sobran, solo hay que ofrecer buenas soluciones a quienes pueden hacerlas realidad.

Lo que dice Martín de Santo Tomé, me parece un enfoque interesante. Si tomamos en cuenta que el tema cultural no es un problema, sino una condición que puede cambiar según se proponga. Es cierto Martin, aunque no he leído el resto de tu comentario, si el diseño estuviese verdaderamente al servicio «directo» de la sociedad (o sea, sin intermediarios como lo son las empresas) el estado podría absorbernos y hacer del diseño parte de su política. La pregunta es: ¿a los gobiernos actuales de cada uno de nuestros paises les parece tan importante el diseño en este sentido?, ¿entendemos los diseñadores nuestra propia estructura socio-económica? Yo sí creo que eso ayudaría a tener el camino mas claro, a ver qué hacer y cómo para poder vivir con diseño.

El simple hecho de encontrar antropólogos llevados por cosas de un Dios al mundo del Diseño gráfico genera en mi un cierto grado elevado de esa insatisfacción de la que se habla. Esto hace incomprensible para estudiantes como yo, el hecho de que estudiar 4 ó 5 años de diseño no sirvan de mucho al momento de salir a la calle. De las clases ni hablar, la falta de pasión de la que sufren el 80% de los profesores se siembra en el portafolios de muchos estudiantes y los que exageran son peor: el centro del mundo son ellos y nadie aprende nada. Quizás no es detirioro lo que hay, sino congelamiento; y eso es mas triste, porque quienes no se han quedado venerando una etapa son los que llevan la batuta, y lo podemos distinguir por continentes, paises, escuelas, o lo que sea. Al final es cuestion de actitudes más que de aptitudes, porque estas últimas no te las da la escuela nada mas. Se debe hacer respetar la profesión y a sus profesionales... y esa es tarea de todo diseñador viviente.

Definitivamente es un drama Alejandro y compañeros; y en Venezuela no cambia para nada. Yo estoy por terminar la carrera de Diseño Integral (absolutamente nueva) y lo que veo en la mayoría de los casos es lo mismo que ustedes reflejan. Me ha servido mucho entender a personajes como Santiago Pol y su historia completica de cómo ha logrado las cosas y cómo maneja el negocio de diseño (como dijo alguien por aquí). Quizás no merezcan tanta importancia el hecho de desear entrar a una empresa o estudio si no se tiene claro lo que el diseño es, porque muchas veces ocurre que los recién graduados no tienen claro de qué se trata su propio trabajo. Yo amo al diseño, pero también entiendo lo cruel que puede ser el negocio si no se tiene conciencia plena del papel que se juega en él y de quienes están alrededor. Ojalá no me toque trabajar en otra cosa. Éxitos a todos. Y Ale.. busca un problema y trata de resolverlo, olvida a los estudios o invéntante el tuyo.Hay mucho que hacer. ¡Beso!