Diego Rodríguez

La idea de que con el tiempo, los conceptos culturales se amplíen y abran caminos para que los diseñadores de las diferentes ramas plasmen una construcción gráfica capaz de estimular los sentidos me parece bastante acertada. Más allá de ser solo un motor de producción para las masas, el diseño también puede invitar a la reflexión. Como diseñador en progreso, siempre me he cuestionado si mi trabajo debe orientarse exclusivamente hacia lo masivo o si puede tener un enfoque más introspectivo,comunitario o incluso si existe un punto intermedio entre ambas posibilidades. En este sentido, la idea de fomentar un intercambio constante entre el arte y el diseño me parece una gran oportunidad para generar espacios convergentes con un impacto significativo, que no solo me ayude a entender a mí un poco más sobre lo que quiero como profesional, sino tambien hacia las personas que no hacen parte de este mundo artistico.