Leonardo Eladio Vergara Guillen

Lamentablemente, la innovación tecnológica crea cambios extraordinarios y cuando esto pasa la mayoría acepta que lo nuevo (producto, proceso o servicio) es mejor a lo que ya existía, porque digamos que se «resuelven problemas». Y en este caso se resuelve un problema de escala, de tiempo y de costo con los consiguientes beneficios para los empresarios. ¿Qué debe mantenerse lo básico en las escuelas?, por supuesto, como cuando se enseña a sumar, restar, multiplicar y dividir aunque sabemos que para trabajar necesitaremos las calculadoras.

Representar la epoca y la última tecnología en las peliculas cinematograficas así como en los billetes tiene gran valor, es la oportunidad de capturar el momento tal cual lo sentimos y vivimos. En el futuro será el crítico distintivo de lo mejor de una civilización tanto para los estudiosos de la historia cultural como la tecnológica. Lo más interesante es el logro de esta representación con muchos atributos fisicos y humanos de la epoca sin hacer referencia a ninguna persona o estructura real. Y toda esta magia en billetes de alta tecnología que todos pueden tener pero que nadie puede copiar.

Sí estamos en una situación de retraso tecnológico y nos interesa lo funcional inevitablemente debemos caer en el «plagio» para aprender el cómo funciona? y el cómo se hace?, como vía para poder hacer y reducir la brecha tecnologica y en un futuro poder proponer nuevos productos. Sólo partiendo de este conocimiento que ha tardado tanto tiempo en establecerse a través de la historia y el cual es imposible crear de nuevo, podemos tomar lo que ya existe, conocer su principio funcional y adaptarlo para nuevos diseños.