Gabriela González

Me parece una forma adecuada de introducir a un cliente sobre cambios necesarios en su empresa. Parte del rol como diseñador es ser asesor del cliente y darle soluciones coherentes a sus necesidades. Si requiere una implementación a plataformas digitales, una comunicación con un lenguaje diferente y más trabajo en ciertas áreas, es parte de la responsabilidad darlo a conocer.

El diseñador debe conocer a plenitud la necesidad que va a satisfacer, por lo cual es imprescindible conocer a su grupo objetivo, quienes van a consumir de ese diseño. Esta facultad siempre debe estar presente, más en la actualidad donde existen nuevas formas de trabajo para el diseño en los medios digitales. Diseñar la experiencia de un usuario al abrir una aplicación requiere una investigación previa exhaustiva y ese rol también forma parte del diseñador, aunque puede ser asesorado por otros profesionales dedicados al marketing y análisis de mercado.

Es cierto, muchos diseñadores se dejan llevar por las tendencias del momento, porque funcionan dentro de un periodo determinado, pero caducan y se vuelven inservibles. Es alarmante más aún cuando se trata del diseño de una marca, el cual está constituido para perdurar en el tiempo y ser reflejo de su empresa. Esta puede quedar caduca fácilmente por una mala decisión de diseño.

Este fenómeno también está presente en las marcas de ropa, en el diseño industrial, la creación de versiones "mejoradas" como los iPhones, o la "moda rápida" que son producto del consumo masivo solo solucionan una necesidad inmediata hasta que aparezcan nuevas y mejores opciones.

Este debate es sumamente importante porque existen nuevas líneas de trabajo donde el diseñador puede ejercer pero no tiene una educación o formación al respecto. Un de ellos, muy común ahora entre los diseñadores, es la "creación de contenido" para redes sociales, el cual consiste en diseñar pensando en plataformas digitales como Instagram, Facebook y Twitter. Ya que muchos negocios han trasladado su comunicación a estas redes, se amplió una línea laboral que puede ser explotada por los comunicadores y diseñadores. Sin embargo, el estudio de estas tecnologías también es necesario ya que la información está dispuesta de forma distinta; hay un límite de tiempo para captar la atención y enviar un mensaje, hay que crear interacción y asociación con la marca, y mucho más.

Ojalá existan más artículos con respecto a este tema.

Muchos realizamos esta práctica y no es lo indicado cuando piensas en ello detenidamente. Al entregar más de una propuesta pareciera detonar una inseguridad sobre nuestro trabajo, además de tomar la decisión final de un proyecto basada en una la opinión subjetiva de un cliente cuando el rol del diseñador también es asesorar y tener un criterio sobre sus decisiones.

Lo ideal es presentar una pieza final que cumpla con la necesidad del cliente, bien trabajada, con una investigación de fondo y los procesos correspondientes, a procurar entregar tres o más opciones sin la misma pulcritud ni esmero.