Condicionantes del diseño

El objeto de diseño, como resultado, se ve condicionado a generar una función. Esa función a su vez se condiciona a las características específicas de una necesidad de un grupo específico de usuarios o audiencia. Esa evidente necesidad del diseño en general se ve condicionada al caos, o a la ausencia de «algo». No podríamos ofrecer una solución si no existiera esa constante carencia de orden y esa urgencia de transformación del entorno.

Ahora bien, la transformación del entorno como una respuesta del diseño se está condicionada por las distintas formas de socialización, organización e interacción entre los individuos. Los hombres tienen la capacidad de integrarse y adaptarse a su «propio mundo», pero sin el campo del diseño hubiera sido difícil generar(nos) la capacidad de identificar y generar significado para todo lo que nos rodea.

Ese significado hacia el objeto de diseño también está condicionado por la interpretación del usuario, y por su forma de uso. Sin una designación de sentido con su constante reformulación, la disciplina del diseño no hubiera tenido el alcance que hoy tiene. Nuestro lenguaje visual y cultural difícilmente podría seguir evolucionando. Por lo tanto, la evolución del diseño también se ve condicionada por los cambios de paradigmas, cambios de visión; puesto que, como diseñadores, estamos sujetos a motivarnos un pensamiento distinto, para proyectarlo hacia la audiencia.

Y, lógicamente, pensar de forma distinta depende directamente del cúmulo de experiencias que por las que hayamos pasado en desarrollo de nuestra rama. Esas experiencias tienen el fin de crear representaciones, donde abstraemos su esencia de una realidad que se vive o conoce, presentándola en formas de retroalimentación e interacción llamadas (en nuestro caso) soluciones de diseño.

Con lo anterior, podemos decir que el diseño es una solución que se deduce de alguna manera, se planea y se ve ligada a una estrategia, lo cual quiere decir que no solo se construye gracias a la técnica, sino también a la identificación de alternativas, al conjunto de investigación y pruebas.

El campo es complejo, se debe desenredar hasta simplificarlo, el objetivo es hacerlo percibir fácil pero sobre todo útil. Todo se logra encadenar (o condicionar), porque dentro de los proyectos creativos cada aspecto se cimenta en un plan, tiene su estrategia, su propio proceso y su propia forma de producirse.

Por último, y ya para concluir, los condicionamientos de nuestra profesión están básicamente vinculados a la forma en que concebimos el contexto de cada problemática que se presenta cotidianamente, y eso, como sabemos, es un factor siempre cambiante.

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