El desafío de comunicar valor

Una pregunta para la cual los emprendedores creativos no tienen contestación: el valor de su propuesta.

Fernando Del Vecchio, autor AutorFernando Del Vecchio Seguidores: 825

Cristian Petit De Murat, editor EdiciónCristian Petit De Murat Seguidores: 20

Todo diseñador se enfrenta en alguna oportunidad a una pregunta para la cual no tiene respuesta (o es inadecuada e incomprensible para quien la realiza): ¿cuál es el valor que ofreces?

Hay creativos que, a pesar de no ser buenos técnicamente hablando, han sabido responder la pregunta. Allí se encuentra gran parte de su secreto para tener tan buenos clientes: comprender el valor de lo que ofreces facilita muchísimo la venta de tus servicios.

¿Qué es el valor y por qué el diseño es valioso?

El valor puede estar en la capacidad para resolver un problema, responder a una pregunta, satisfacer una necesidad o deseo. Y debe ser comprendido desde la perspectiva del cliente, no desde la del diseñador. Identificar el problema del cliente, transformarlo en un problema de diseño y resolverlo, es trabajo del diseñador.

El valor no es el precio

Por lo general relacionamos el valor con el precio. Preguntamos: «¿cuánto vale?», cuando debemos preguntar «¿cuánto cuesta?». El valor es la capacidad de respuesta a un problema; el precio es la cantidad de dinero involucrada en la promesa de la propuesta por la provisión del servicio. El valor de la propuesta es una evaluación subjetiva del cliente.

De acuerdo a un estudio1 los clientes evalúan los productos y servicios de las empresas desde tres posturas distintas, explicadas como «valor esperado». De acuerdo a éste, las empresas configuran su propuesta de acuerdo a una «disciplina de valor».

¿Qué es el valor esperado?

Distintos clientes esperan diferentes tipos de valor. Hay clientes que esperan el mejor producto disponible en el mercado; algunos esperan la mejor solución; otros esperan el menor costo total por el producto o servicio que solicitan, de acuerdo al problema, necesidad o deseo que enfrentan. Las empresas se orientan y responden a estas tres posturas mediante tres disciplinas de valor. Estas son: liderazgo en producto, intimidad con los clientes y excelencia operativa.2

Por ejemplo: al comprar una computadora, es posible que elijas «el mejor producto» de acuerdo a tu concepto de valor, que corresponde a una marca y a un precio; puede ser que te decidas por «la mejor solución» y posiblemente sea una evaluación que considere la mejor relación costo-beneficio de ciertas marcas y un rango de precio; o es posible que te decidas por «el menor costo total»; como todas las marcas ofrecen resultados similares, lo más importante es obtener el precio más bajo posible, sin importar la marca.

Esto difiere de persona a persona. No somos todos iguales, y por ello hay clientes que pagan una computadora de marca premium, mientras otros prefieren una opción  económica.3 Esto mismo sucede en la cabeza de los clientes en relación a la contratación de diseño. De acuerdo a la forma como evalúen o piensen al diseño como forma o capacidad para resolver un problema, así responderán a la propuesta presentada por un estudio o despacho creativo.4

Utilizando este concepto en la configuración de mi propio estudio

El valor esperado por los clientes se relaciona con una disciplina que trabaja la empresa para configurar su estructura y cumplir su promesa. Las empresas cuyos clientes buscan el valor «mejor producto», se orientan desde la disciplina «liderazgo en producto»; si buscan el valor «mejor solución», se orientan desde la «intimidad con los clientes»; si esperan «menor costo total», desde la «excelencia operativa». La disciplina liderazgo en producto trabaja enfocándose en la innovación; la intimidad con el cliente, en la empatía; la excelencia operativa en la efectividad.5

Es un error intentar ser el mejor en las tres disciplinas, porque implica contradicciones estratégicas. Por ello es importante orientarse a ser el mejor en solo una de ellas, y ser adecuados en las restantes. Estas contradicciones estratégicas pueden ejemplificarse en el tipo de empleado que requerirás para el trabajo operativo, ante la elección de la disciplina a trabajar.6

Tres tipos de capacidades distintas, tres formas diferentes de administrar ese talento, tres configuraciones diferentes del estudio, a partir de tres tipos de valor esperado.

Diferencias entre la comunicación del diseñador y la comprensión del cliente

Por lo general, los emprendedores creativos encuentran atractivo mostrarse innovadores, comunicando que «venden innovación». Sin embargo, son pocos los clientes que realmente consideran que el valor comunicado y ofrecido por cualquier estudio de diseño sea «el mejor producto del mercado».

En el mejor de los casos, el cliente entenderá el valor del diseño como factor de diferenciación, pero es muy probable que considere que la innovación no se encuentre en el diseño en sí, sino en otros espacios de su modelo de negocio. En otros casos, el cliente entenderá que el estudio debe brindar una solución gráfica a su pedido, sin dejar espacio para que el diseñador proponga cambios. En el peor escenario, aunque el cliente entienda la importancia del diseño, le dirá al diseñador lo que quiere, el precio que pagará y la forma como lo pagará, sin espacio para una mínima negociación ni en lo creativo ni en lo económico.

Aquellos estudios y despachos creativos reconocidos por clientes que esperan el «mejor producto», son aquellos con amplia experiencia y trayectoria, contratados como especialistas para ofrecer una respuesta que no cualquiera puede entregar. Los clientes creen y esperan ese valor. Son muy pocos los que se ubican en ese grupo.

Muchos clientes, ante la similaridad de ofertas (para ellos, todos los diseñadores ofrecen algo parecido), pueden sentirse motivados a evaluar propuestas donde el valor sea «la mejor solución», ofrecida por estudios dedicados a escuchar al cliente, proponerle alternativas, trabajar en conjunto y llegar a conclusiones consensuadas. Esto es difícil para los que pretenden vender innovación, porque no se mostrarán dispuestos a trabajar en esa dirección.

Un tercer grupo de clientes, probablemente muy numeroso, valora mucho el precio bajo. Y ante la enorme oferta de proveedores, elegirá al que ofrezca el menor.

Un problema recurrente es la comunicación del diseñador: mientras él pretende vender innovación, es probable que el cliente entienda que vende bajo precio. El diseñador cuenta una historia de innovación que el cliente no percibe y, por lo que el diseñador comunica en forma no verbal, el cliente entiende que puede obtener bajo precio. Esto es frustrante para el diseñador, pero es una consecuencia de lo que él mismo hace hace, sin darse cuenta.7

Si trabajas bajo la disciplina de la «excelencia operativa», relacionado con el valor «menor costo total», trabaja rápido, entrega en tiempo y cobra en forma efectiva.

Las tres disciplinas y orientaciones, con su valor asociado, son válidas. Cualquiera de las tres puede convertir tu proyecto en un estudio muy rentable. Pero tienes que saber qué valor entiende tu cliente cuando le presentas una propuesta, para comunicarlo adecuadamente; y, como consecuencia, trabajar orientado desde la disciplina requerida para entregar ese valor. Lo importante es la coherencia.

No importa lo bueno que seas, los concursos que hayas ganado, los premios académicos que hayas obtenido. Los clientes prestan atención a otra cosa. Premian algo diferente, un comportamiento diferente, y resultados diferentes a los que premia la academia. Quiero ser claro en esto: el mercado premia lo que la academia ignora. Y no lo ignora por desconocimiento, sino porque decide ignorarlo.

¿Tienes un estudio rentable a pesar de cobrar barato (según opinión de tus colegas), porque identificas rápidamente el problema del cliente, prometes una entrega rápida y efectiva, y cumples? Los clientes perciben coherencia, experimentan el buen servicio y lo retribuyen económicamente. A eso, muchos colegas lo denominan «competencia desleal». Sin embargo, lo verdaderamente desleal es ofrecer lo que no puedes ni quieres cumplir, a un precio que el cliente no quiere o no puede pagar; trabajar a desgano intentando educar a un cliente que no lo desea; generar una pésima experiencia de servicio y quejarte de ello.

El diseñador desleal es el que, con su comportamiento, destruye la confianza del cliente en el diseño y en los diseñadores. Es desleal con sus clientes, con sus colegas y con aquellos que intentaron educarlo para convertirlo en un buen profesional.

Un desafío a largo plazo

Un proyecto a largo plazo para un emprendedor podría considerar adquirir experiencia como proveedor de servicios de bajo precio para aprender el negocio; modificar su postura a mediano plazo hacia «la mejor solución» especializándose en una disciplina; a largo plazo, ser reconocido como referente de la disciplina, modificando su postura hacia «el mejor producto». Es un camino que exige enfoque y perseverancia.8

¿Cuál es el desafío del diseñador emprendedor? Dejar de poner atención a las críticas de sus colegas en relación a su proyecto. Cada uno es dueño de su proyecto, y por ese proyecto toma decisiones. Los resultados que obtengas serán una consecuencia de esas decisiones y de la forma en que las implementes. Recuerda que son los clientes los que pagan las cuentas, no los colegas.

Conclusión

Cuando hablamos de valor, debemos pensar en el «valor esperado por el cliente» como forma de presentar y comunicar nuestra propuesta. Existen tres posturas respecto al valor esperado por el cliente, y deberías considerar el trabajo desde la disciplina que te permita entregarla.

Tu proyecto de empresa creativa es tu decisión, pero nadie (o al menos nadie que yo haya conocido) comienza por la cima (entendiendo a la cima como el ser reconocidos como innovadores desde el momento en el que iniciamos nuestro estudio de diseño). Recuerda a Alfredo Casero, quien en una charla TED9 dijo: «lo único que se empieza desde arriba son los pozos».

¿Qué te pareció? ¡Comparte tu opinión ahora!


Opiniones:
54
Votos:
130

Este video podría interesarte👇👇👇

Colabora con la difusión de este artículo traduciéndolo

Traducir al portugués
  1. Treacy, M., Wiersema, F. (1995). La disciplina de los líderes del mercado. Bogotá: Grupo Editorial Norma.
  2. Las relaciones de valor esperado y disciplina de valor son: mejor producto y liderazgo en producto; mejor solución e intimidad con el cliente; menor costo total y excelencia operativa.
  3. Probablemente tu evaluación de valor cambie cuando quieras o necesites comprar un producto distinto. Por ejemplo, si tienes que hacer la compra en el supermercado, es probable que esperes un valor diferente. Es probable que compres en una cadena que ofrece la mejor solución o el menor costo total, en lugar de comprar en una cadena lujosa que te prometa la mejor propuesta del mercado a un precio superior a las restantes. Si debes o necesitas comprar ropa de trabajo atravesarás el mismo proceso, y elegirás marca y precio de acuerdo al tipo de valor que esperes.
  4. Por ello, responder a un pedido de presupuesto únicamente con un precio no ayuda en la comunicación del valor que ofreces.
  5. Las relaciones de valor esperado, disciplina de valor y enfoque son: mejor producto, liderazgo en producto e innovación; mejor solución, intimidad con el cliente y empatía; menor costo total, excelencia operativa y efectividad.
  6. Si te orientas al liderazgo en producto, deberás contratar empleados creativos, innovadores, y en muchos casos, difíciles de tratar. En estos casos, el foco de la administración se encuentra en la gestión del talento creativo. Si te orientas en intimidad con el cliente, deberás contratar empleados con capacidad para escuchar a los clientes, dispuestos a trabajar junto a ellos. Si te orientas en menor costo total, deberás contratar empleados con capacidad de seguir procedimientos para trabajar de acuerdo a elevados estándares de eficiencia, y no de acuerdo a elevados criterios de creatividad promovidos por el sector.
  7. Ejemplos de ello: llegar tarde y desaliñado a las reuniones, utilizar un lenguaje inapropiado. Son detalles que quizás no sean importantes para los colegas del diseñador, pero son indicios de «bajo precio» para un cliente. En estos casos, si uno comunica – aunque sea accidentalmente – que trabaja en esta dirección, de nada servirá tratar de convencer al cliente de lo contrario.
  8. Recordemos la frase de Peter Drucker: «La planificación a largo plazo no implica pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes».
  9. Alfredo Casero: Presupuestar las ideas. TEDxRosario 2011.

     

Código QR de acceso al artículo El desafío de comunicar valor

Este artículo no expresa la opinión de los editores y responsables de FOROALFA, quienes no asumen responsabilidad alguna por su autoría y naturaleza. Para reproducirlo, salvo que estuviera expresamente indicado, por favor solicitar autorización al autor. Dada la gratuidad de este sitio y la condición hiper-textual del medio, agradeceremos evitar la reproducción total en otros sitios Web. Publicado el 11/08/2014

Ilustración principal del artículo Rechazos positivos
Rechazos positivos Si no trabajamos en la comunicación de lo que somos y lo que hacemos, serán los clientes quienes lo definan de acuerdo a su mejor entender.
Ilustración principal del artículo Cobrar antes, cobrar mejor
Cobrar antes, cobrar mejor En un contexto inflacionario, dirigir un estudio de diseño requiere mayores habilidades administrativas de las que muchos reconocen.

Debate

Logotipo de
Tu opinión

Ingresa con tu cuenta para opinar en este artículo. Si no la tienes, crea tu cuenta gratis ahora.

Retrato de Fabrizio Sotelo
27
Ago. 2014

Excelente aporte Fernando!

Me queda una duda: ¿será posible estandarizar los precios por producto gráfico, como ocurre en otros rubros, o en servicios los precios deben redefinirse en función del valor generado y las características de tu cliente? ¿Por qué crees que es negativo educar al cliente sobre tu labor como diseñador? (o he entendido mal?). Gracias.

0
Retrato de Fernando Del Vecchio
825
Ago. 2014

Gracias Fabrizio. Respecto a los precios, existen rangos para diferentes tipos de servicio. Ese rango está determinado por precios que se han pagado por esos servicios y la dispersión es muy alta. Debemos considerar niveles de clientes atendidos por distintos tipos de profesionales (en rangos de precio). Me referí a esto en este artículo Enlace. La forma como se define ese precio es diversa.

Respecto a educar al cliente, yo prefiero el "asesorar". Educarlo suena a "yo sé y tú no, así que cállate". Saludos

1
Retrato de Fabrizio Sotelo
27
Ago. 2014

Ok Fernando, gracias por el link. Efectivamente el rango de precio genera duda en el cliente. Creo que somos una de las profesiones con mayores rangos de precio (tomo el ejemplo de Paul Rand con sus 100 mil dólares por el logo de Next y un estudiante que puede cobrar 20 dólares por algo que se percibe parecido). Sobre el tema de educar o asesorar, es un tema de percepción. Gracias por tu respuesta.

0
Retrato de Ivan Abbadie
46
Ago. 2014

no debería haber repulsión al término ʼeducarʼ, finalmente significa dirigir, guiar, y en ello no veo arrogancia alguna.

por otro lado, estandarizar o tabular precios en diseño no es conveniente para nadie, cada proyecto, incluso de un mismo cliente, es único e irrepetible, habrá que considerar diversos factores (entre ellos el VALOR) para asignar un PRECIO a cada uno de ellos.

0
Responder
Retrato de Ivan Abbadie
46
Ago. 2014

¿por qué aseverar que "los emprendedores creativos no tienen contestación a la pregunta sobre el valor de su propuesta? ¿por qué pensar que la respuesta ES (en lugar de ʼpodría serʼ) "inadecuada e incomprensible para quien la realiza"? ¿por qué el autor subestima y generaliza al profesional en diseño?, si bien hay CIERTO desconocimiento en la gestión de ALGUNAS de las llamadas "empresas creativas", no es absoluto.

buen artículo, con algunos tintes de arrogancia y argumentos que deberían dejarse más a la posibilidad que a la aseveración, no dar por hecho de que ALGUNOS deban ser TODOS.

0
Retrato de Mario Vásquez
0
Sept. 2014

También creo que aseverar que no tenemos la respuesta es una ignominia e ignorancia de una mente que solo quiere inferir desastabilización. Ivan, creo que si tenemos la respuesta y esa es la que buscamos a diario, pero este simio sapien se atreve a decir que perdemos el tiempo.

0
Retrato de Ivan Abbadie
46
Sept. 2014

lo curioso del autor (que habla mucho de diálogos que más bien parecen monólogos), es que sólo da respuesta a los comentarios que lo halagan, no a aquellos que los cuestiona (como éste), usando a foroalfa como plataforma de promoción a su blog personal, creo que debería haber más congruencia, más compromiso, más interacción, sólo creo.

0
Responder
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Ago. 2014

La paradoja del valor: ¿por qué los diamantes cuestan más que el agua? Imaginamos a una persona que está en un desierto a punto de morir de sed y de insolación. Su escala valorativa sería la siguiente:

(1) 1º vaso de agua (para sobrevivir)

(2) sombrero (evitar la insolación)

(3) 1º racimo de dátiles

(4) 2º vaso de agua

(5) 2º racimo de dátiles

(6) 3º vaso de agua

El valor que otorgamos al agua no está determinado por la utilidad del vaso que nos salvaría la vida. Valoramos más el oro y los diamantes que el agua, porque es fácil satisfacer necesidades, como el bañarnos o regar las flores...

2
Retrato de Ivan Abbadie
46
Ago. 2014

así es, don joaquín, finalmente siempre habrá un peso de ʼrelatividadʼ en los términos, nada es absoluto ni se debe ver desde una sola óptica (como el presente artículo), a veces coincidimos, a veces no, a veces se piensa que lo que decimos tiene valor, a veces puedes decir que es el artículo más absurdo que has leído, simples puntos de vista, ¡saludos!

0
Retrato de Mario Vásquez
0
Sept. 2014

Totalmente de acuerdo, pero hay que respetar las sumas divisiones. De igual manera si yo escribo un artículo sobre CREAR valor pues no someto a subestimar a mis colegas no ? crear valor es creer y creer es crear por lo tanto el redactor de este artículo no crea ni cree.

0
Responder
Retrato de Graciela Iungman
2
Ago. 2014

Muy bueno Fernando tu articulo,conciso esclarecedor y didáctico. A los creativos independientes nos resulta muy difícil en general asignar una remuneración a nuestro trabajo.Muchas veces pense que seria mas fácil si hubiese algún tipo de arancelamiento.

A lo largo de mi trayectoria aprendí que para fidelizar un cliente,hay que comenzar con cambios paulatinos hasta llegar al objetivo del cambio final que necesita en su Imagen,el camino es mas largo pero normalmente se logra el objetivo.

0
Retrato de Fernando Del Vecchio
825
Ago. 2014

Gracias Graciela. Como dices, fidelizar al cliente implica una serie de actividades muy poco relacionadas con el diseño en sí mismo. Pocos son los que se inclinan por desarrollar el vínculo de confianza necesaria para lograrlo. Muchos son los que creen que el único problema del sector es el cliente y el precio al que deben trabajar. El problema es mucho más profundo, y hasta el momento he percibido muy poca apertura del sector para conversar al respecto. Te invito a que leas el resto de mis artículos en Foroalfa y los que están en mi sitio Enlace. Saludos

0
Retrato de Graciela Iungman
2
Ago. 2014

Totalmente de acuerdo con vos ,el crear un vinculo continuo con los clientes es una tarea aparte ,no con todos se puede desarrollar,pero cuando captamos un cliente que confía en nosotros y vamos obteniendo logros recíprocos es gratificante.

Acepto tu invitación voy a leer tus otros artículos.

0
Responder
Retrato de Allan Cárdenas
5
Sept. 2014

Excelente Fernando: Identificar el problema del cliente, transformarlo en un problema de diseño y resolverlo, es trabajo del diseñador.

0
Retrato de Fernando Del Vecchio
825
Sept. 2014

En este artículo Enlace me refiero al tema. "Todo pedido conlleva un problema, y ese problema no es la demanda explícita del pedido. Esa sería la solución propuesta por el cliente. [...] Para comprender el problema detrás del pedido podemos modificar la pregunta que realiza el cliente, y de esa forma presentar como respuesta una propuesta técnica y económica acorde al nivel profesional que deseamos ofrecer." ¿Cómo identificar el problema, que se convierte en su pedido? Escuchando los síntomas que el cliente nos cuenta.

1
Responder
Retrato de Gerard Encabo
1
Ago. 2014

Gracias por el artículo, Fernando. Se destila muy bien tu experiencia y atención al oficio, tanto en su dimensión práctica como en el plano del sector o gremio.

Me ha servido para juntar algunas palabras sobre mi propia empresa y sobre qué quiero y qué comunico, evidenciando que, algunas veces, los factores no están en sintonía. El esfuerzo de hablar con el cliente y transmitirle tu valor sin pasar por la cuestión de los costes es nuestra eterna tarea pendiente.

Lo dicho, gracias por compartir la reflexión. Saludos!

0
Retrato de Fernando Del Vecchio
825
Ago. 2014

Gracias Gerard. El artículo es una invitación a la reflexión, para trabajar en una dirección coherente. Como no trabajamos para todos los clientes del mercado, identifiquemos cuál es el valor que nuestros clientes ven en nosotros, para comunicarlo efectivamente. El tema precio viene mucho después. Te invito a que leas el resto de mis artículos en Foroalfa y en mi sitio Enlace, para que sigamos conversando. Saludos

0
Responder
Retrato de Fernando Del Vecchio
825
Ago. 2014

Es muy habitual confundir valor y precio, salvo que te ubiques en la posición de cliente. Como cliente, sabes que una cosa es el precio (cantidad de dinero) y otra cosa es el valor (si te sirve). Sabes que si un producto no te sirve o no te interesa (no tiene valor), no importa cuán barato sea porque no lo comprarás. ¿Por qué es tan difícil verlo de esa forma, cuando eres vendedor? Hipótesis: porque importa poco lo que quiere tu cliente. Quieres vender lo que tienes, de la forma como lo tienes, al precio que quieres, sin que nadie (y menos un cliente) te moleste. Para mi, mala decisión.

1
Retrato de Ivan Abbadie
46
Sept. 2014

muy bien fernando, has descubierto el hilo negro, pero créeme que el absolutismo y el aseverar la generalización es también ignorar, si bien hay muchas deficiencias en el campo de lo que tu erróneamente llamas ʼempresas creativasʼ (la creatividad no es exclusiva del diseño, ¿acaso empresas manufactureras no podrían ser creativas?) también hay aciertos fehacientes, no todo es como tu lo ves, no debes asegurar saberlo todo.

0
Responder
Retrato de Esteban Mulki
2
Ago. 2014

Excelente artículo Fernando! Me gusta que empezaste planteando un asunto de pricing pero lo llevaste de la mano hacia una cuestión estratégica, con lo cual el planteo es mucho más completo. No concuerdo solamente con la visión del desafío a largo plazo porque me parece válido encontrar la estrategia a la medida de tu equipo y tus convicciones profesionales y quedarte en la misma, perfeccionándola y profundizándola sin cambiar de modelo. Pero es un lindo tema para debatir con porrón de por medio. ¡Un abrazo!

0
Retrato de Fernando Del Vecchio
825
Ago. 2014

Muchas gracias Esteban. Lo haremos en la primera oportunidad que tengamos, en Buenos Aires o en Tucumán. Un abrazo.

0
Responder
Retrato de Bernardo Roggio
0
Ago. 2014

Excelentísimo artículo, me aclaró muchísimo la cabeza, te aplaudo, creo que es muy sensato...

0
Retrato de Fernando Del Vecchio
825
Ago. 2014

Gracias Bernardo. Te invito a que leas el resto de mis artículos, y el material disponible en mi sitio web Enlace. Saludos

0
Responder
Retrato de Roberto Ortiz
4
Ago. 2014

Un artículo muy bueno, éste sería ideal para que todos los estudiantes de diseño lo leyeran y aprendieran varios puntos.

0
Retrato de Fernando Del Vecchio
825
Ago. 2014

Gracias Roberto. He configurado la publicación orientada únicamente a profesionales. Si deseas compartirlo con estudiantes, adelante. Saludos

0
Responder

Te podrían interesar

Próximos seminarios online

Seminarios de actualización para especializarte junto a los que más saben

Estrategia de Marca

Estrategia de Marca

Claves para programar el diseño de símbolos y logotipos de alto rendimiento

20 horas (aprox.)
1 mayo

Tipología de Marcas

Tipología de Marcas

Criterios y herramientas para seleccionar el tipo adecuado al diseñar marcas

15 horas (aprox.)
1 mayo

Branding Corporativo

Branding Corporativo

Cómo planificar, construir y gestionar la marca de empresas e instituciones

20 horas (aprox.)
1 junio