Con los pelos de la burra en la mano

¿El diseñador gráfico solo puede ofrecer sus servicios para impulsar el negocio de otro, o puede ser capaz de utilizar sus conocimientos para emprendimientos propios?

Luis Ramírez, autor AutorLuis Ramírez Seguidores: 54

Siempre se ha discutido por qué el diseño gráfico como profesión está tan devaluado, y por qué el diseñador es visto como un profesionista de menor categoría de remuneración, frente a otros profesionales, siendo que las grandes empresas invierten mucho dinero en diseño y en comunicación en general. Las razones son muchas y seguramente hay tantas variables que cualquier análisis queda corto y un tanto superficial.

Parecería que, aunque los diseñadores participamos activamente en procesos comerciales, nos mantenemos en una posición contemplativa al margen del negocio. Quizá pueda decirse que esto suena un tanto ambicioso, pero realmente ese es el punto. Muchos diseñadores se ven como mentes creativas y artísticas, pero pocos son los que ven la profesión como una herramienta de impulso comercial; es decir, pocos se ven como hombres de negocios. No me refiero al estereotipo arcaico del tipo vestido de traje y corbata que, con teléfono en la mano, revisa sus acciones en la bolsa de valores; sino al emprendedor que busca llevar sus ideas a proyectos viables e interesantes que respondan a cierto objetivo comercial, para así lograr cierta libertad financiera.

Es frustrante ver que en algunas universidades, al menos en México, se persigue un perfil enteramente artístico de lo que es la profesión del diseño, dejando fuera la parte comercial y de negocios propia de nuestra actividad. Tal vez por eso los diseñadores egresamos muy seguros de saber cuál es la última tendencia en branding, pero sin una idea certera de cómo y cuánto cobrar por lo que hacemos, y peor aún, cuál es el verdadero valor de nuestra participación en un proyecto. Pero con esta humilde reflexión no busco cuestionar los programas de estudio de las universidades, sino proponer al lector la siguiente inquietud: Si somos tan buenos en lo que hacemos, ayudamos a posicionar productos, incrementamos sus ventas, llevamos gente a eventos, políticos al poder, etc., ¿por qué no aplicamos nuestros conocimientos en proyectos propios que nos beneficien directamente?

En algún momento se nos sentenció exclusivamente como prestadores de servicios para proyectos de otros, pero nunca como desarrolladores de proyectos propios. Muchos nos hemos creído la máxima que dicta que la calidad y el talento de un diseñador se mide por lo grande y rimbombante de los clientes o marcas para las que trabaja o ha trabajado; y esto nos ha llevado a encasillarnos y a regalar nuestro trabajo, siempre y cuando podamos adornar nuestros portafolios con esas «vacas sagradas». La verdad es que cada vez que tengo el gusto de que me comuniquen que hemos tenido éxito en hincharle los bolsillos a una marca con una campaña o con un proyecto en general, veo mi cuenta bancaria y me siento como un nutricionista obeso; bueno para asesorar a los demás, pero incapaz de seguir los propios consejos.

Más diseñadores deberíamos optar por trabajar para nosotros mismos. No me refiero a la muy admirable opción de poner un despacho propio (o a nuestros valientes hermanos que trabajan como freelance), cuya situación al final termina convirtiéndose en algo muy similar: ofrecer conocimientos para posicionar productos, incrementar ventas, llevar gente a eventos, políticos al poder, utilidades ajenas; pero ahora con una tarjeta personal que dice «Director General». No critico a quienes ofrecen sus servicios en un despacho propio o en su agencia, por más grande o pequeña que esta sea; al contrario, los considero dignos de admiración y de gratitud, ya que muchos comenzamos nuestra carrera en el emprendimiento de otro diseñador; lo que cuestiono es que creamos que son los únicos modelos de negocio que podemos asumir desde nuestra profesión. Infinidad de veces he escuchado a colegas decir: «ando de freelance» o «estoy abriendo mi despacho y buscando clientes». Sea por falta de oportunidades laborales que se ajusten a sus necesidades, o simplemente por cambiar de aires, han decidido trabajar de manera independiente. Pero a muy pocos les he escuchado decir: «estoy creando mi propia marca, mi propio proyecto». Enfréntemoslo, nos alegra tener la oportunidad de colaborar en un proyecto que, por alguna razón, consideramos interesante, pero pocos de nosotros estamos dispuestos a crear un proyecto propio.

No es nada fácil llevar la responsabilidad total en una empresa, más allá del diseño. Hay una gran diferencia cuando debemos incursionar en otras áreas para abrir un negocio y, sobre todo, cuando el capital en riesgo es propio. Pero en ese camino empezaríamos a ver con otros ojos la inversión en medios y los acabados ostentosos de un empaque o un folleto; tendríamos más responsabilidad sobre el aprovechamiento de los recursos; dejaríamos de ver cada proyecto solo como la oportunidad de ganar prestigio, fama y premios con un presupuesto ajeno; e incluso pondríamos a prueba la efectividad de nuestras acciones como diseñador, lo cual sería un aprendizaje invaluable.

Es por eso que considero que todos los diseñadores deberíamos tener proyectos alternativos en los cuales, aunque fueran modestos, pudiéramos aplicar nuestros conocimientos y atrevernos a incursionar en áreas que no nos son tan familiares. Ocupar el rol de nuestros clientes, que quieren ver traducidos en resultados los esfuerzos invertidos, y por supuesto, tener completa libertad creativa y de procesos. Soy totalmente consciente que un buen diseño no es lo único que se necesita para que una empresa tenga éxito, que se requiere de otros conocimientos; pero también es cierto que las empresas no sólo las fundan los administradores, sino profesionales de todo tipo. Alguna vez escuché a un empresario decir que para tener un negocio exitoso se necesitan más ganas que títulos sobre la pared (por cierto, no era Steve Jobs).

No necesitamos renunciar a trabajar para otros clientes, podemos complementar esa actividad con nuestro nuevo emprendimiento y así no estar atados por completo al humor y voluntad de terceros, al tiempo que obtendremos una perspectiva menos abstracta del impacto que nuestra profesión tiene en los negocios.

Quizá si hubiera más diseñadores que aplicaran sus conocimientos en sus propias revistas, en sus cervecerías, en sus Apps, comercializando sus productos y formando sus marcas, en bares o restaurantes, en la organización de sus eventos, etc., nos daríamos cuenta de lo versátil y provechosa que puede ser nuestra profesión.

Esta propuesta no responde a una búsqueda ambiciosa por el dinero como único motor de nuestra actividad, sino atrevernos a ser partícipes activos del aprovechamiento directo de los logros y también de los desaciertos de nuestra profesión; y que como consecuencia, alcancemos el grado de experiencia necesaria para saber que cuando proponemos algo, lo estamos haciendo con la certeza de haberlo vivido en carne propia. En otras palabras, como decimos en México, que sepamos que cuando decimos que la burra es parda es porque tenemos los pelos en la mano.

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Debate

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Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Oct. 2016

Las universidades educan en la materia a cursar, ya como te ubiques en la comunidad, lo que cobres por tus servicios, es otro cuento. No imagino que se le enseñe a un médico cómo vender su trabajo, relacionarse o poner una clínica o un consultorio, o a un filosofo, psicólogo, abogado, etc. Normalmente se te prepara para saber y ser, no para los fines personales de cada quién. El problema del diseño gráfico de Latinoamérica, es que no vivimos en el primer mundo y las grandes empresas son trasnacionales que ya vienen con su imagen y publicidad elaborada, o esta pasa obligadamente por agencias de publicidad sucursales de agencias extranjeras, como es el caso de México y solo repiten o siguen lineamientos ya dictados. Las empresas del 1er mundo destinan un porcentaje de sus ganancias para publicidad. Las empresas latinoamericanas no, o escasamente. Los diseñadores del 1er mundo ganan bien porque la economía es diferente y para proyectos propios se necesita un capital que muchos no tienen.

0
Retrato de Luis Ramírez
54
Oct. 2016

La educación académica es una base de la cual partir, de ahí cada quien elige su camino y de qué otras herramientas hacerse. Mi texto plantea el hecho de no estar esperando a que las empresas de ajenos nos resuelvan la vida. El problema con el diseño gráfico y otras profesiones en Latinoamérica no es que no estemos en el primer mundo, sino que nuestra mentalidad sigue siendo de tercero. Grandes empresas de "primer mundo" empezaron con muy poco capital, pero creyeron en su proyecto. Al final lo que intento compartir es, que el campo de acción de los diseñadores no necesariamente debe estar reducido a brindar un servicio a otros, sino aprovechar los conocimientos para generación de proyectos propios y que no necesariamente estén dedicados a ofrecer servicios de diseño y/o publicidad. Quizá cuando haya más empresas lideradas por profesionales en la comunicación, y apliquen sus conocimientos en ellas, habrá una mejor percepción del valor de nuestra profesión. Gracias por comentar. Saludos!

0
Retrato de Joaquín Eduardo Sánchez Mercado
566
Oct. 2016

No creo que la diferencia sea la mentalidad, hay que ser realistas, las personas del primer mundo tienen otro tipo de medio ambiente, tienen otro estatus, hasta un carpintero es bien valorado y recompensado, pocos tienen un título y viven bien. Aquí ni con maestría y doctorado en diseño, logras gran cosa, salvo casos honrosos. Si estás escribiendo esto quiere decir que sabes en donde estás ubicado. Quienes pueden hacer lo que tu propones no será ni el uno por ciento, pero espero que lo logren. Por otro lado, hay que mirar alrededor nuestro y ver que la mayoría de los objetos no se diseñaron en nuestros países, salvo muy pocos, no porque no tengamos la creatividad, sino porque no se nos permite. La maquila, la mano de obra y la venta de materias primas, o caso el turismo, las remesas son la fuente de ingresos principales. Gracias por contestar.

1
Retrato de Luis Ramírez
54
Oct. 2016

Precisamente si vemos que no tenemos libertad creativa, ¿podemos generarla nosotros, para nosotros? Hay quienes creen que no y quienes creemos que sí. Te agradezco tus comentarios y el debate, hace que el artículo se enriquezca con diferentes perspectivas. Un saludo.

0
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Retrato de Dilma Enriquez
0
Oct. 2016

Me encanta, y estoy totalmente de acuerdo, aún no termino la carrera, y por lo menos me estan preparando con clases de mercadeo y gerencia... hace aprox. 1 año iniciamos un negocio con mi esposo en el cual siempre trato de aplicar mis conocimientos de manera de darle una mejor presentación y estrategias para que siga mejorando.

Felicidades

0
Retrato de Luis Ramírez
54
Oct. 2016

Un muy buen ejemplo de lo que trato en el artículo, gracias por tus comentarios y suerte con tu proyecto!

0
Retrato de Dilma Enriquez
0
Oct. 2016

Gracias, igualmente !!!

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Retrato de Nico Castez
1
Nov. 2016

Buen artículo Luis! Coincido plenamente con lo que decís, y me arriesgo a más inclusive. Creo que es una apuesta más grande pero que la ganancia también lo es.

En mi caso hace años que me dedico como diseñador al diseño y desarrollo de videojuegos. Y mis pequeños éxitos en esta industria, me dieron más alegrías que todos mis trabajos anteriores como diseñador sumados. Ver miles de videos en youtube de gente jugando y divirtiéndose con los juegos que hago, para los cuales conté con plena libertad creativa, es invaluable, y ver que eso se convierte de a poco en mi sustento, confirma lo que decís. Sentirme valorado por mis colegas por apoyar nuestra industria usando un poco de html y css al crear juegosargentinos.org y llenar un hueco que existía hace mucho en los medios.

Me sumo a lo que decís y reafirmo la invitación a los lectores, a que encuentren y fortalezcan el emprendedor que existe dentro de ellos. Usen sus poderes para sus propios sueños, no para los sueños de otro! ;)

0
Retrato de Luis Ramírez
54
Mar. 2017

Felicidades por tus logros!

0
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Retrato de Patricia León
1
Oct. 2016

Con estos planteamientos vale abrir un foro en vivo con artistas y academia. Peligro es continuar prejuiciados creyendo que modestos emprendimientos no son valiosos. Saludo tus ideas!

0
Retrato de Luis Ramírez
54
Oct. 2016

Gracias!

0
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Retrato de María Alejandra García
0
Oct. 2016

Actualmente estoy estudiando diseño gráfico, es mi segundo año y hace poco empecé a dudar si realmente esta era la carrera que quería desarrollar a lo largo de mi vida. Mi carrera de diseñadora gráfica se especializa en comunicación y publicidad, pero no estoy segura si el campo de la publicidad es lo mío. Siempre había soñado con crear mi propia empresa y gracias a este artículo puedo aspirar a más. No me veo teniendo una agencia de publicidad o trabajando en una pero al leer el artículo me motiva a seguir con mi carrera pues hay tantos campos en los cuales me puedo desarrollar y aun mejor, crear mi propio negocio y marca. Gracias, muy buen artículo!!!

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Retrato de Luis Ramírez
54
Oct. 2016

Me da mucho gusto saber que mi artículo pudo hacer una diferencia para ti. Gracias por compartirlo!

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Retrato de Luisina Rocci
0
Oct. 2016

Hola Luis, me encantaron tus palabras. Será que es más cómodo seguir trabajando para otros que arriesgarnos por algo propio ? ojalá todos entendamos que tenemos potencial demás para hacer lo que se nos antoje. Me quedé reflexionando eso..

PD / Se llama "burra" en Argentina a la parte del "trasero" en lunfardo. Un poco raro el título jaj, saludos !

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Retrato de Luis Ramírez
54
Oct. 2016

Hola Luisina, que bueno que mi artículo provocó tu reflexión. Respecto al título, me gustó que compartieras el significado en lunfardo; sabía que sería interesante cómo lo iban a tomar en diferentes partes de latinoamérica jajaja, cumplió su cometido. Saludos!

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Retrato de Ricardo Malave
0
Oct. 2016

excelente articulo! de verdad, mejor descrito imposible.

0
Retrato de Luis Ramírez
54
Oct. 2016

Gracias!

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Retrato de Leydi Rosas Ortigoza
0
Oct. 2016

Un estupendo articulo!!! Gracias por incentivar y cultivar este campo que parece sucitarce estrecho, pero no llano.

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Retrato de Luis Ramírez
54
Oct. 2016

Gracias por tu comentario

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Retrato de Marcelo Palacios Solórzano
14
Oct. 2016

Excelente publicación, Luis! Las aplicaciones de nuestra profesión están ahí, pero son difíciles de ver por la costumbre de mirar siempre al piso, de concentrarnos en los clientes y no en nosotros mismos. Crear es una necesidad. Debemos escuchar más nuestras propias necesidades. Gracias por el aporte!

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Retrato de Luis Ramírez
54
Oct. 2016

Gracias a ti por tu comentario!

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Retrato de Xavier Gangotena
0
Oct. 2016

Muy buen artículo, ideas que suenan en nuestras cabezas pero que las dejamos morir en el eco.

1
Retrato de Luis Ramírez
54
Oct. 2016

Alguna sobrevivirá. Saludos!

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