Branding hoy: un romance light

Construcción de marca en los tiempos actuales, la generación de los consumidores sin compromiso.

Tayde Mancillas, autor AutorTayde Mancillas Seguidores: 85

Greta Sánchez, editor EdiciónGreta Sánchez Seguidores: 78

En la actualidad, el branding puede aplicarse a las empresas, a los productos, a las personas y a todo lo que se desee «construir» mediante distintos atributos de una identidad (tangibles e intangibles). Pero para mí, lo interesante es el trabajo que se ha venido haciendo por aplicar un branding «amoroso»,  mejor conocido como branding emocional. Últimamente las organizaciones han experimentado cambios significativos respecto a las formas en que construyen sus relaciones con los clientes, las formas de hacer marketing se enfocan en establecer lazos afectivos con los consumidores y ¿por qué no decirlo?, iniciar un romance cuando terminan aceptando que es «el otro» quien determina lo que es la empresa. Por ello, de alguna manera las organizaciones aparentan ser más bondadosas pareciendo que comprenden las necesidades puntuales del hombre y la mujer actuales: personas ocupadas en múltiples actividades y a la vez poco comprometidas con las mismas, conscientes siempre de que el éxito de una marca reside en la relación que se ha logrado construir con sus consumidores y de la gestión bien hecha sobre la misma.

Construir (hago especial énfasis en esta palabra descalificando el uso de «diseñar») una buena marca debe formar parte de las destrezas de un buen arquitecto de las mismas. Hasta el día de hoy las marcas basadas en un buen branding son aquellas que han logrado entender que éstas deben parecerse a lo que las personas queremos llegar a ser (Apple, Google, Amazon, Microsoft, Coca Cola, Wells Fargo, IBM, Samsung, CHASE, HSBC; en ese orden según la página de internet Ranking The Brands top 100, 2013) contemplando la dualidad del compromiso y la informalidad. Las personas buscamos marcas que se comprometan a cumplir con lo que prometen, marcas que logran satisfacernos mediante lo que obtenemos en ese intercambio, que disfracen lo que somos con una mascarilla estética y bien trazada, sin embargo mientras mayor es el esfuerzo somos los consumidores quienes de manera informal nos desvinculamos de ellas para probar nuevas experiencias, manteniéndonos en una búsqueda constante de todo y de nada, siendo el absoluto reflejo de las nuevas generaciones en que nos vemos inmersos, generaciones ligeras, generaciones light, en donde como menciona el Dr. Enrique Rojas:

«La cultura light es una síntesis insulsa que transita por la banda media de la sociedad: comidas sin calorías, sin grasas, sin excitantes... todo suave, ligero, sin riesgos, con la seguridad por delante. Un hombre así no dejará huella. En su vida ya no hay rebeliones, puesto que su moral se ha convertido en una ética de reglas de urbanidad o en una mera actitud estética. El ideal aséptico es la nueva utopía, porque como dice Lipovetski, estamos en la era del vacío». (Rojas, 2004, página 16)

Los principales hábitos de consumo van enfocados hacia productos de escasas calorías pero con la ilusión de encontrar el mismo sabor: mantequillas sin grasa, café sin cafeína, en fin, todo es ligero, como nosotros. Sabemos un poco de todo, pero en realidad de nada, amamos intensamente hoy pero no pasa nada si mañana conocemos a otra persona, disfrutamos nuestro trabajo pero mañana nos vamos con la mejor oferta. Así somos, cambiantes y poco leales, nos centramos en pasarlo bien, en hacer menores esfuerzos y en consumir para ser reconocidos o al menos identificados o diferenciados de otros. Nos construimos una identidad con base en lo que quisiéramos encontrar en los productos.

No existe en el hombre actual un entusiasmo desmesurado ni un ánimo permanente, por lo que la forma en que elegimos lo que compramos se refleja en el comportamiento de nuestras elecciones a la hora de acudir a un establecimiento o de adquirir uno de los muchos productos que se ofertan en un aparador o en el refrigerador de un supermercado, siempre buscando nuevas cosas sin lograr comprender siquiera una, evitando ser leales a las marcas a sabiendas de que es poco conveniente relacionarnos con una si podemos tener muchas. Relaciones en fin.

Somos un reflejo de la época en que vivimos, pasamos de un lugar a otro sin sentirnos comprometidos, lo mismo da hospedarnos en un hotel mañana y probar uno nuevo después, al final solo estamos buscando nuevas experiencias, nuevas emociones que no somos capaces de encontrar en situaciones cotidianas. Así, de manera inteligente, las empresas ofrecen productos que marcan tendencias y evolucionan rápido ya que han detectado que el estilo de vida de estas generaciones es desechable, es tendencioso y busca las modas pasajeras. Usamos y desechamos, siempre ansiosos de nuevos estímulos, de entretenimiento pasajero, de tener productos nuevos, productos que nos ayuden a decirle al mundo quiénes somos.

Las empresas han encontrado una oportunidad enorme de venderle una identidad al hombre actual, han descubierto la forma de construirle una personalidad mediante el uso de las marcas y servicios que se ofertan para todos y cada uno de quienes habitamos este planeta, nadie está exento de caer en estas placenteras redes del consumo. Algunos autores mencionan que las empresas deben verse como personas, sin embargo somos las personas quienes también hemos aprendido a trasladarnos como empresas en la calle, puesto que somos creadores de nuestra identidad, con el uso de las relaciones públicas por naturaleza y somos nuestra propia tarjeta de presentación. Es en un bar en donde quizá podemos lograr obtener una nueva oferta de trabajo, son las redes sociales el medio en el que gratuitamente buscamos construirnos una imagen mostrando a los demás la vida que queremos que crean que poseemos, es nuestro automóvil el que de alguna manera informará a los demás cuál es el nivel de nuestras finanzas. Y así podríamos dar una lista interminable de ejemplos en los que se pudiera concluir que la construcción de una identidad para nosotros mismos va mucho más allá de nuestra cultura, nuestra forma de relacionarnos y los productos que podemos comprar. Tiene que ver con la generación a la que pertenecemos, nuestro nivel aspiracional, el entorno en que nos vemos expuestos, el tipo de trabajo que tenemos, los lugares que frecuentamos, los servicios extra que pagamos, los lugares en los que vacacionamos, entre muchos otros, pues como dice Joan Costa, la imagen debe ser el principal activo de la organización y a la fecha tiene un significado mucho más profundo de lo que aparenta.

En la actualidad, sentirse que no se encaja en algún grupo social no debe ser un motivo de preocupación de las mayorías puesto que la diversidad nos ha permitido a los seres humanos identificarnos con ciertos grupos en los que encontramos características que nos unen o identifican. El branding como muchos lo conocemos sigue siendo ese valor intangible que no se vende con una etiqueta pero que puede construirse con un esfuerzo integral y bien logrado.

Para nadie es un secreto que el hombre actual no establece compromisos, es indiferente en su vida diaria y en sus relaciones interpersonales, por lo que con mayor razón se encuentra menos propenso a establecer un compromiso real con alguna marca específica a sabiendas de que siempre encontrará atributos nuevos en la competencia y por lo tanto se sabe con el poder de darse la vuelta y cambiar su compra. El hombre actual es un hombre light (Rojas 2004). Esta palabra, lejos de usarse con un significado positivo, se emplea aquí para identificarla y vincularla a una cultura vacía; como una persona que se da la vuelta y es capaz de transformar su personalidad en corto tiempo sin ánimo de luchar por lo defendible pero listo para adaptarse a un nuevo grupo que implica cambiar de hábitos, cambiar de gustos y de ambiente social impactando directamente en el tipo de consumo, el cual ha venido a dar bienestar y estabilidad a la falta de sentido que nuestra vida tiene. Las empresas saben que las marcas deben humanizarse, deben esforzarse el doble por construirles un alma y un espíritu que logre que sus clientes permanezcan el mayor tiempo posible con ellas y que antes de que se vayan con otra se pregunten si alguna vez se les amó, conservando la esperanza de que quizá un día valoren lo que se les brindó en el tiempo que duró la relación.

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Retrato de Alvaro Magaña
98
Jul. 2013

Estoy de acuerdo que la cultura del consumo devuelve las relaciones a un nivel transaccional descarnado, pese a los esfuerzos de las organizaciones por «ofertar» de acuerdo a necesidades y expectativas de sus clientes, estos clientes están muy conscientes de que la relación es asimétrica y que gracias a la existencia de competidores y sustitutos pueden abandonar marcas sin pérdida, si no hay efectivo en la cartera no se compra coca-cola, se puede llevar cualquier sustituto y no pasa nada. En la vida cotidiana de las personas, realmente no pasa nada y eso es un problema para las marcas.

1
Retrato de Tayde Mancillas
85
Jul. 2013

Gracias Álvaro , efectivamente es un problema para las marcas pero una gran oportunidad para los consumidores, anteriormente la mercadotecnia estaba basada en las ventas, se ofercìan pocos productos con altos costos, hoy a travès del tiempo se han encargado de consumir a los consumidores pues como tù lo mencionas , hay cientos de sustitutos con iguales o mayores cualidades, el caso es arriesgarse a probar.

1
Retrato de Felipe Sossa
3
Jul. 2013

Por eso el concepto de Lovemarks de Kevin Robert es un punto importante. Antes se llegaba a la mente del consumidor, ahora se debe buscar llegar además al corazón y a su intimidad. Ahora una marca debe ser amada, debe contar una historia, debe ser honesta, pero lo más importante, sus directrices de empresa deben ser reales, más allá de la comunicación que se genera para ésta. Saludos.

2
Retrato de Julio Ferro
12
Jul. 2013

Las marcas ayudan a reducir la incertidumbre. En una economia de similares, una relacion emocional basada en la confianza hace la diferencia.

1
Responder
Retrato de Silvia Calderon Iturralde
1
Jul. 2013

me parece interesante la frase «Para nadie es un secreto que el hombre actual no establece compromisos» la verdad ya no existe la fidelidad hacia una marca, son contadas las personas que dicen quiero fioravanti fresa , ahora es deme una cola de color rosada. y eso mata a una marca, pese a que considero que no es solo culpa del consumidor y la exesiva publicidad en el medio sino mas bien de un mal manejo de la publicidad o brandng de X marca. ya que todavia hay fieles de coca cola. su he escuchado no quiero pesi, no , mejor deme de cualquier color si no hay coca cola!. eso es fidelidad.

1
Retrato de Tayde Mancillas
85
Jul. 2013

Tienes razòn Silvia aunque es un poco complicado establecer con claridad si realmente la falta de fidelidad es por una publicidad mal hecha, la cultura tiene que ver, los ingresos familiares por supiuesto que tambièn, el nùmero de personas que integran la familia. Los tiempos cambian y el dinero cada vez alcanza menos, inclusive las mismas empresas lo saben y sus formas de comunicarse son muchas veces buscando alcanzar al mayor nùmero de personas con medios rentables y de menor presupuesto. No digo que esto es bueno, pero sì que sucede. Saludos!!!

0
Retrato de Juan Aís
4
Jul. 2013

Cuando leí el artículo, fue precisamente esa frase la que me remitió a algo que leí de Zygmunt Bauman. Buscad en la red 'La identidad en la modernidad líquida'. Creo que es una buena descripción de las identidades tanto individuales como de las marcas en estos tiempos. Tema complejo y apasionante a la vez. La complejidad no es asunto fácil. Saludoos!

2
Responder
Retrato de Felipe Sossa
3
Jul. 2013

Hola Tayde, me parece una reflexión muy interesante. Yo creo que la sociedad (grupo) siempre ha sido vacía (empezando por su doble moral), acá lo realmente importante es el individuo que forma parte de esa sociedad, un individuo informado que funciona de otra forma cuando está solo.

1
Retrato de Tayde Mancillas
85
Jul. 2013

Gracias por tu opiniòn Felipe, no me queda muy claro a que te refieres con decir que

»un individuo informado que funciona de otra forma cuando está solo». ¿Me puedes explicar? Te agradezco, saludos hasta Colombia!!!

0
Retrato de Felipe Sossa
3
Jul. 2013

Tayde cómo estás. La comunicación actualmente debe ser mayor segmentada, ya no podemos hablar a grandes grupos, estos están compuestos de diversidad de subgrupos (lo cual los hace en conjunto, vacíos), hay que llegar al individuo. El ideal actualmente es generar relaciones verdaderas con el individuo (Kotler, llega a segmentar hasta un grupo llamado: los que usan levi´s).

Me refiero a individuo informado, porque a diferencia de hace algunos años, hoy, las personas acceden a información antes de la compra, ahora se consumen experiencias que «llenen» expectativas personales e intimas. Un abrazo!

1
Responder
Retrato de Juan Aís
4
Jul. 2013

Interesante artículo, aunque desde mi punto de vista debería preocupar más a los publicistas que a los buenos especialistas en branding. Me explico. Lo que está en cuestionamiento no es tanto la construcción de una identidad a largo plazo como el hecho de que ya no se puede 'enamorar' al ciudadano mediante superficialidades espurias. Los consumidores son cada vez más inteligentes (diría que cínicos incluso) y solo se comprometen ante verdaderas muestras de honestidad. Las marcas deberán humanizarse tanto como para mostrar verdaderos compromisos éticos además de los consabidos estéticos.

8
Retrato de Ivan Abbadie
46
Jul. 2013

¡de acuerdo!

0
Retrato de Tayde Mancillas
85
Jul. 2013

Muchas gracias por tu comentario Juan, coincido contigo en que las personas estamos listas para el entendimiento, es decir, perseguimos la honestidad en un punto en el que estamos cansados de tanta mentira y sin embargo las fabricamos continuamente respecto a lo que poseemos. Saludos!!!

0
Responder
Retrato de Laura Jaramillo
1
Ago. 2013

Demasiado interesante, me queda una gran inquietud osea que si estamos en la era de lo light una marca que contenga en su nombre la palabra Gordo esta expuesta al fracaso?

1
Retrato de Tayde Mancillas
85
Sept. 2013

Casi lo creo posible, aunque mira Bonafont y si agua ligera con un envase tan gordo puede parecer contrastante y sin embargo funciona.

0
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Retrato de Maria Paula Valarezo
3
Ago. 2013

Me parece sumamente interesante, como planteas a esta nueva cultura que se esta viviendo, «light». Sin duda grandes marcas y conocedores de branding tomarán esto como una oportunidad para atraer a los clientes por medio de perfiles. Como podemos ver a diario en marcas con un contexto 100% natural, las personas hoy en día caen en aceptar estas marcas ya que lo verde o organico «esta de moda», sin pernsar o analizarla previamente. Podemos ver la cultura «light» presente

1
Retrato de Tayde Mancillas
85
Sept. 2013

Hola Maria Paula, te comento que el libro del Dr. Enrique Rojas fue el que me llevò a comprender està parte que para nadie desconocida pero si poco a conciencia. Exactamente! Los productos ligeros son una tendencia en la que estamos inmersos sin entender siquiera porque estamos consumiendolos. Somos ignorantes de nuestra salud aunque buscamos «alimentarnos bien», consumimos en grandes proporciones y en pocas calorìas... que extraño no! Ojalà lo puedas leer, està inreìble. Saludos

1
Responder
Retrato de Hector Bruguera
30
Jul. 2013

Saludos Tayde! de antemano muy agradable leer tu articulo, en el expresas varios puntos que actualmente se están implementando en el branding actual de forma asertiva, mas allá de que las marcas quieran conectar con su publico y lograr ese engagement con el target meta, la discusión se ha ido hacia la humanización del producto y los plus diferenciadores que posea y como adicionalmente estos features elevan las características de personalidad del consumidor, a la final nosotros somos el reflejo de nuestro entorno, las empresas nos definen y nosotros definimos sus marcas.

1
Retrato de Tayde Mancillas
85
Jul. 2013

Estimado Hèctor, gracias por tu cordial comentario y por tus menciones tan puntuales.

0
Responder
Retrato de Fredy Ortiz
1
Jul. 2013

Tayde felicidades por tu articulo.

Considero que es bueno que las marcas se preocupen por no ver a los clientes o consumidores como futuros activos de la marca, (compradores) si no que los vean como personas, que tienen expectativas que esperan cumplan los productos que las distintas marcas manejan.

La competencia entre marcas ya no solo es por calidad, si no por darle valor agregado a cada producto y que el cliente aprecie y se adueñe de ese valor.

La competencia beneficia a los clientes ya que siempre tendrá la libertad de escoger lo que mas se acerque a cubrir sus expectativas.

1
Retrato de Tayde Mancillas
85
Jul. 2013

Coincido contigo Fredy, gracias por aportar algo en este artìculo :)

0
Responder
Retrato de Helman Norbey Moreno A.
0
Jul. 2013

Muy interesante el artículo, eso de «fidelizar al cliente» tiene un costo alto tanto económico como de tiempo, y la relación que se establece especialmente por parte del consumidor es poco segura y poco

confiable, interesante leer el libro Marcas Pasión.

2
Retrato de Tayde Mancillas
85
Jul. 2013

Gracias por la recomendaciòn Helman, lo buscarè a la brevedad :)

0
Responder
Retrato de Fernando Navia Meyer
149
Jul. 2013

Tayde, tengo una interrogante para ti y el foro. ¿Con la impresión 3D, cualquiera podrá imprimir sus objetos (incluidos comestibles), por lo tanto, si así lo quiere, añadir su «propia marca», distintivo, sello, emblema, escudo, etc. a su camisa, zapato, bolso, etc. Es decir producto y marca personalizado. En este contexto tecnológico, ¿qué rol tendrá el branding entre consumidor y empresa, ante la potencial y lenta disolución de ambos en el mercado?

Es más complejo aún. Cómo se planteará la formación en diseño industrial, gráfico y arquitectónico en este contexto emergente de la impresión 3D.

1
Retrato de Tayde Mancillas
85
Jul. 2013

Hola Fernando, bastante interesante tu planteamiento y tu pregunta me pone a reflexionar sobre esta situaciòn que mencionas.... pues tienes razòn cualquiera podrìa crear su propia marca lo que dudo mucho que pueda hacer cualquiera es construir esa marca como lo menciono anteriormente, hago uso de la palabra construir por todo lo que implica de una manera mucho màs compleja haciendo uso de todos sus elementos, el diseño bien hecho y una marca bien trabajada no pueden sustituirse tan facilmente, los consumidores persiguen la calidad y la exijen sabiendo que estan usando marcas sustitutas.

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