Cómo iniciarse en el Diseño con Conciencia Social
¿Qué es el Diseño con Conciencia Social? Claves para iniciarse en un movimiento que cada vez gana más adeptos.
El Diseño con Conciencia Social no es un canon, sino un movimiento que propone la reflexión y el debate respecto al compromiso social del Diseño en todas sus ramas. Podría decirse que se construye entre todos, con los acuerdos y con las divergencias. Invita a aportar valor agregado a los proyectos y productos de diseño, y reorientar sus prioridades y filosofía de trabajo. Es un diseño (gráfico, industrial o textil) que pretende redoblar su potencial profesional, trascendiendo sus incumbencias academicistas tradicionales (comunicacionales y funcionales) en pos de atender a problemáticas de prioridad social: la desocupación, la pobreza, la drogadicción, la discapacidad, la tercera edad, el hambre, los desastres climatológicos, etc.
El «diseñador convencional» se preocupa primero por las incumbencias tradicionales del diseño, sean comunicacionales o funcionales, y engtiende la profesión como un proceso comercial desaprensivo de las prioridades sociales o los procesos sustentables. Prioriza el cumplimiento de tiempos de realización y la acumulación de capital. En cambio, el «diseñador con conciencia social» es un profesional que incorpora a su trabajo una filosofía comprometida con la sustentabilidad social y ambiental, cumpliendo al mismo tiempo con los circuitos comerciales necesarios para mantenerse económicamente como profesional. Sin embargo, no descuida la preservación del medio ambiente y procura reducir tanto como sea posible los impactos negativos de los productos que diseña.
Un antecedente del Diseño con Conciencia Social es la Gute Form, aquel movimiento que se desarrolló a partir de la Escuela de Arte de Ulm, y que tenía varios principios:
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el buen diseño debe ser innovador,
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el buen diseño debe hacer a un producto útil,
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el buen diseño es estético,
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el buen diseño hace a un producto comprensible,
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el buen diseño es honesto,
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el buen diseño es discreto,
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el buen diseño tiene una larga vida,
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el buen diseño es consecuente en todos sus detalles,
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el buen diseño respeta el medio ambiente,
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el buen diseño es diseño en su mínima expresión.
Que el buen diseño respete el medio ambiente significa que debe de contribuir significativamente a su preservación mediante la conservación de los recursos y la minimización de la contaminación física y visual, durante el ciclo de vida del producto. Otro antecedente es la famosa BAUHAUS con su preocupación y nobleza de intenciones en la reconstrucción de Alemania tras la Primera Guerra Mundial.
El «Diseño con Conciencia Social» no consiste únicamente en cuidar el medio ambiente. Es una filosofía de trabajo que respeta la naturaleza y optimiza recursos y procesos, teniendo en cuenta el impacto negativo o positivo en la sociedad, la transmisión de valores del producto de diseño y, sobre todo, la relevancia social de la problemática abordada.
Pero, ¿qué sucede cuando los clientes y proyectos laborales no permiten al diseñador incorporar nociones de conciencia social a su trabajo?
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Se pueden generar proyectos profesionales o altruistas que complementen a los netamente comerciales, sondeando necesidades urgentes de la sociedad. Martín Churba es un diseñador que ha tenido experiencias en ese sentido.
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Se pueden incorporar sugerencias sustentables en los lineamientos de trabajo, en el momento de la presentación del proyecto ante el cliente.
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Se puede investigar y estudiar sobre un tema, contagiando a la comunidad de diseñadores, fomentando un estilo de vida y de profesión.
¿Qué prioridades pueden orientar al diseñador con conciencia social? Los Objetivos del desarrollo del Milenio de la ONU son una propuesta para llegar a 2015 trabajando desde todas las profesiones en la misma dirección:
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Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
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Lograr la enseñanza primaria universal.
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Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer.
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Reducir la mortalidad infantil.
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Mejorar la salud materna.
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Combatir el VIH SIDA, el paludismo y otras enfermedades
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Garantizar la sostenibilidad ambiental.
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Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
Algunas ideas para iniciarse en el diseño con conciencia social
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Mantente informado respecto a las problemáticas sociales de tu población para imaginar soluciones desde tu profesión.
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Utiliza en tus tarjetas personales o folletería papeles reciclados. Esto, además de dar un toque estético cálido, genera una buena recepción por parte del cliente, con un diferencial especial.
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Debes estar atento al consumo eléctrico de las máquinas de tu estudio. Evita desperdicios en los momentos que no las utilices.
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Puedes proponerte destinar un porcentaje fijo mensual (por ejemplo: un 5 o 10%) de las ganancias de tu estudio a fines benéficos o instituciones solidarias. Además de hacer un bien social, rendirá mejor tu presupuesto y te generará una satisfacción adicional.
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Impulsa tu creatividad generando soluciones inesperadas a problemas sencillos.
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Los diseñadores usamos mucho papel. No los tires con los demás residuos, sepáralos en contenedores o recipientes diferentes y averigua qué instituciones de reciclado pueden pasar a retirarlos periódicamente en tu localidad. De lo contrario puedes usarlo con otros fines, como en cuadernillos de bocetado, utilizando el lado de la hoja que queda en blanco.
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Estudia la mejor administración de la luz del día en tu estudio. Ubica los monitores de modo que la luz del sol no te moleste para evitar utilizar cortinas y aprovechar al máximo la luz natural.
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Evita imprimir apresuradamente o de manera impulsiva. La impresión en papel es un recurso valioso para un momento oportuno.
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Los lápices de bocetado viejos pueden acumularse y donarse a jardines de infantes. Los fibrones negros, resaltadores de punta fluorescente y plumas secos se pueden reactivar colocando un poco de alcohol en gel en el tanque.
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Si estás cansado de recargar la batería de tu laptop constantemente quizás estás abusando de ella. Recurre a un anotador de bolsillo para plasmar las ideas que rondan tu cabeza durante el día y acude a la computadora recién cuando las ideas estén ordenas o descartadas.
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Recuerda que el agua que descartas porque ya no es consumible puede llegar a servirle a las plantas de tu balcón o jardín.
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Evita promocionar en Facebook u otros medios mensajes de bajos valores o liviandad moral.
«Contar con una ética profesional persuasiva más que con una gestión moralizadora que seguramente rebasará en mucho la tarea requerida».
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