Irene Reyes

Es una verdad lamentable que nuestra labor sea tan costosa para el medio ambiente, es cierto que hay que buscar maneras de reducir ese impacto y que hay muchas innovaciones en este ámbito, pero me pregunto cuántas de esas «soluciones» soluciona realmente algo. Me refiero a que hay muchas «opciones verdes» que suelen solo disfrazar el problema como bien expones en tu artículo, si hay que buscar alternativas por supuesto, pero hay que investigar a profundidad si realmente son viables y ayudan a disminuir el problema. No creo que exista aun una opción que solucione todos los problemas ambientales que ocasiona el diseño, es más sería muy utópico pensar que algo así existe, sin embargo si es posible reducir el problema realizando una practica consiente y responsable del diseño.