Andrea Varas Ruiz

En cada diseño siempre se nota la dedicación y la pasión que el diseñador le pone a su trabajo. Poner pasión al diseño no debe ser un concepto que afecte al diseñador, ya que utilizar gustos propios o emociones en un diseño es un tema muy diferente a la "pasión" de diseñar. Una persona sin pasión probablemente se sienta limitada a querer seguir experimentando nuevos caminos, a dar un pasó más allá, a seguir investigando. Cuando el diseñador tiene pasión siempre buscar llegar una milla más porque el amor por lo que hace lo lleva a involucrarse con cada proyecto.

La investigación es el punto de partido del proceso creativo. La inquietud hacia alguna fuente de conocimiento es lo que nos encamina hacia esta búsqueda de respuestas y soluciones creativas. La curiosidad es lo que nos llena de energía para poder llegar hasta la meta y necesita ser alimentada de constantes conocimientos, viajar, leer, mantenerse informado, siempre será la clave de nunca ponerle fin a nuestro proceso creativo e ir alimentándonos de cultura cada vez más.

El diseño existe desde hace muchos años con la necesidad de comunicar visualmente, sin embargo, no desde hace muchos años es conocido como una profesión como tal. Es nuestra labor como diseñadores educar a la sociedad, de tal manera que se empiece a crear una cultura visual y a valorizar la labor del diseñador

Excelente. Actualmente se ha perdido el valor del proceso creativo de un diseñador. Los diseñadores quieren saltar directamente al mundo digital donde nuestra creatividad se ve limitada. El proceso del diseño debe empezar por el papel, donde el diseñador tiene toda la libertad de trazar líneas y formas ya que muchas veces la computadora limita la búsqueda de soluciones, nos enfocamos más en lo visual y dejamos a un lado el comunicar.

No siempre el diseño será como una hoja en blanco que te da la libertad de hacer lo que desees. Cada diseño tiene sus restricciones, y es ahí cuando toma lugar la labor de un diseñador; ser creativo. Las limitaciones son las que permiten que el diseñador demuestre su esfuerzo y profesionalismo, la manera en cómo se ajusta a estos limitantes sin perder el alma y la creatividad.

Considero que el diseñador siempre debe guíar a su cliente; mostrarle las diferencias entre un diseño profesional y no profesional, de tal manera que entienda por qué uno es funcional y el otro quizás no. Mostrarle al cliente nuestra calidad como profesionales no sólo ayuda a que pueda tomar mejores decisiones visuales, sino también, a sembrar una cultura de valorización hacia la labor de esta profesión como lo es el ser diseñador.

Muchas veces puede resultar un poco incómodo escuchar una crítica hacia nuestro trabajo ya que cuando se invierte tiempo y esfuerzo en algo empiezas a encariñarte con los resultados. Sin embargo, es necesario estar preparado para los cambios y aceptar las críticas, ya que de este modo podemos pulir nuestro trabajo cada vez más y crecer profesionalmente. La mejor manera de llegar lejos es mantenerse siempre en constante crecimiento y evolución.

Es interesante conocer que cada vez más empresas valoran la importancia del diseño y lo incorporan como parte fundamental para que cualquier proyecto sea bien ejecutado a la práctica. Además, es un de gran valor saber que incluso estas empresas son las que tienen un crecimiento más significativo en comparación con aquellas que no incorporan el diseño como parte esencial en la resolución de problemas.

Son muy certeros los tres puntos que manifiestas. La investigación es fundamental para conocer más a fondo el problema que intentas resolver e involucrarte con el mismo y los objetivos nos encaminan claramente hacia donde deseamos llegar. Con respecto a la consciencia abierta estoy de acuerdo totalmente que enfocarse exclusivamente en encontrar la solución puede afectar nuestra creatividad. Se suele pensar que los momentos de relajación son más bien una pérdida de tiempo pero es ahí donde se encuentran las mejores respuestas ya que muchas veces sin buscar demasiado se pueden encontrar grandes cosas en los detalles de la cotidianidad.

Hay muchos puntos en tu comparación que son muy reales. El diseñador siempre tendrá tendencia a percibir todo lo que lo rodea de una manera visual y siempre terminará comunicando a través de esta retórica, sin embargo, hay otros puntos en los que discrepo y pienso que más bien son construcciones mentales erróneos sobre un diseñador. Afirmar que un diseñador siempre comete faltas ortográficas es generalizar demasiado, una mala ortografía es un error que puede cometer cualquiera independientemente de la rama a la que pertenezca.