Diálogo Nº 5818
Diálogo iniciado en el artículo Ya no alcanza con ser buen diseñador
¿Qué fuerza lleva a los diseñadores gráficos (evidente en los más experimentados) a convertirse en filósofos?
¿Será que el diseño gráfico no ha dejado de ser un nacimiento que busca la buena forma? ¿Será que luego de experimentar esa búsqueda durante muchos años de experiencia, los diseñadores (disculpen el absolutismo) dan cuenta de algo que no cierra, que hay algo incompleto en el estudio de las formas y las relaciones?
Hay alguna fuerza «extraña» que no puede gobernarse desde la forma, que lleva a los «formadores» a buscar ese «nexo» ausente en la filosofía.