Diálogo Nº 24296
Diálogo iniciado en el artículo Los países y las ciudades no son marcas
Empezamos por hacer a los políticos y a la política un producto. Ahora varios países del Globo -espero que alguno sea la excepción- entienden lo peligroso de creer que la política se pueda vender como shampoo, la evidencia: marchas, crisis económicas, movimientos ocupa, etc. Ahora creemos que los países son un producto. Como si fuera posible reducir un complejo de cultura e hibridación que caracteriza a nuestros países latinoamericanos. En el momento en que sepamos y delimitemos lo que es susceptible de promoción, creación de marca, estrategias de comunicación y diseño, etc, podremos crecer.