Diálogo Nº 10681

Es triste ver como el diseño se convierte en un mercado de mercenarios. Existen clientes mercenarios (esos que quieren un dibujito) y que están dispuestos a pagar menos que un cacahuate y diseñadores mercenarios (esos que con tal de tener el trabajo cobran los cacahuates que da el cliente). Por muchos años di clases poniendo énfasis del costo por hora que tiene cada diseñador (una fórmula sencilla pero confidencial) y no pareció funcionar con los alumnos. Normalmente los diseñadores cobran lo que cobra alguno que conocen o tantean el costo. La realidad es que uno debe poner el precio y eso es todo.