Marcados

La marca se constituye como elemento señalizador, mnemotécnico y en referencia organizadora de un sistema multidimensional de percepciones y asociaciones mentales.

Edgar Augusto Galavis Añez, autor AutorEdgar Augusto Galavis Añez Seguidores: 22

«Te quiero no por quien eres sino por quien soy cuando estoy contigo».
Un fanático de las marcas

¿Qué misterioso arquetipo inconsciente determina que una persona preocupada por el mito de la buena figura física, ante una exhibición de calzados deportivos, se decida a comprar la marca «Nike»? ¿La fonética del nombre, su parecido con la voz inglesa «like» (gusta), el parecido de su símbolo gráfico con un signo de aprobación, el hecho de que el precio más elevado confiere, en doble vía, status social, o simplemente porque los usa el vecino?

Queramoslo o no, estamos marcados por las marcas. ¿Qué dato de los primeros años y de nuestra memoria no está conectado con alguna marca? Mi padre fumaba cigarrillos «Lido», yo tenía una bicicleta «Benotto», cerca de mi casa quedaba la fábrica de galletas «María», por imitación paterna usaba colonia «Yardley» y compraba «Chiclets Adams» como mi madre. Los productos y las marcas se comercializan no sólo sobre la base de lo que son y para qué sirven, sino accesoriamente sobre la base de intangibles, de virtualidades (potencialidades) que desarrollan los procesos de comunicación publicitaria, que adosan al objeto los valores y referencias ideológicas-culturales del momento.

Si las marcas constituyen la parte denominativa, visible, objetiva y nombrable de cualquier producto, bien, servicio o institución, ¿no es allí, en ese nombre, ícono, emblema o signo gráfico donde virtualmente radica el simbolismo? Esto, entendiendo «lo virtual» como una posibilidad de «ser», como una potencialidad de manifestarse ante nosotros de acuerdo al simbolismo que lo «habita» y que le da forma y función. Todo acto comunicacional está atravesado por la linealidad de la obviedad significante, pero también está rodeado por el aura polisémica de la significancia.

Cuando hablamos de marcas, ineludiblemente estamos en el ámbito de lo cotidiano y de lo simbólico. El símbolo, en una de sus definiciones más genéricas, se refiere a un elemento, material o no (objeto/concepto), que está en lugar de otra cosa ausente con la que no existe relación causal y a la cual representa por convención. Obviamente, se trata de representar cosas que no son directa ni físicamente perceptibles, no por analogía, ya que las cosas y los objetos materiales se representan a través de sus imágenes, y las cosas complejas y abstractas a través de sus símbolos. Ideas y conceptos como Paz, Amor, Libertad, Justicia, Muerte, etc., al no poder ser representadas en su esencia, son  simbolizadas.

Simbología marcaria

De lo anterior y en vinculación con las marcas, es evidente la intervención del símbolo en estas dos acepciones: en el sentido «psicológico», representado por medio de formas icónicas (símbolo de la marca) y en el sentido lingüístico, a través del logotipo, cuyo signo base es tipográfico. A estos signos habría que añadirles un tercer registro con alta capacidad simbolizadora: el color, el elemento cromático, sensible, emocional, kinésico y vehículo importante de la señalética.

Entendemos al mensaje publicitario como un discurso de naturaleza estrictamente simbólica, en razón de constituir todo proceso de simbolización (o de representación simbólica) en un objeto por sí mismo, válido por su propia expresividad, que es fundamentalmente connotativa. En términos pragmáticos, todo proceso simbólico también es eficaz, apuntando su eficacia en la doble vía de tener consecuencias tanto para quien lo emite como para quien lo recibe. Esta eficacia del proceso simbólico está en correlación con un sistema de valores sostenido por una sociedad y con los rituales que lo acompañan. Entonces, es este consenso sociocultural el que permite la eficacia simbólica. De este modo, la cultura de masas es un factor de globalización en el contexto de la difusión. Lo que ubica a la comunicación publicitaria como una lógica simbólica de representación y un sistema axiológico e ideológico de valores. Ahora, si bien toda comunicación es eficaz, no necesariamente implica que sea eficiente y brinde un resultado en la modificación de la conducta de compra.

Inducir a la compra a través de una representación simbólica es el gran propósito que cumple la comunicación publicitaria, pero en muchas oportunidades no se logra cumplir ese cometido, pues el acto de compra y de consumo están determinados por una diversidad de variables —no únicamente las mercadotécnicas y publicitarias— que inciden directamente en la eficiencia de la publicidad.

¿Las marcas nacen o se hacen?

En primer lugar, debemos considerar la producción de la marca gráfica en su doble perspectiva psicológica-funcional y como un super-signo dotado de una triple virtualidad simbólica (ícono + letra + color). En segundo lugar, la difusión de esta identidad visual tanto de forma espontánea (infraestructura, ubicación espacial urbana, etc.) como dirigida, en relación a la difusión planificada de estrategias comunicacionales y campañas publicitarias. Y en tercer lugar, la recepción, percepción y aceptación o no por parte de los públicos-consumidores (directos e indirectos) de los valores y conceptos argumentados y emitidos por el producto-empresa.

Algunos teóricos del diseño gráfico publicitario propugnan que no importa qué ni cómo es la marca gráfica. Basta «lanzarla» que ella sola saldrá triunfante. Sólo basta algo de tiempo y suerte para que la aceptación pública sea un hecho. La historia comercial publicitaria abunda en casos de éxito de marcas (comerciales y gráficas) que han surgido con nombres e íconos simbólicos totalmente inconvenientes y desconectados de la naturaleza y función de sus propósitos comerciales, industriales, institucionales, sociales y de negocios. Dentro de esta perspectiva, no importa el nombre ni la marca gráfica. La empresa puede denominarse (aunque sea casi innombrable) a partir de sus siglas («Neuminduca», por Neumáticos Industriales C.A.); asociarse metonímicamente con alguna cualidad conectada con su naturaleza («Good Year»); con una denominación hipocorística surgida del nombre del dueño (Neumáticos «Petro») y tener, para cualquiera de los casos, igual o mayor éxito en su desempeño empresarial.

El comentario anterior se limita sólo al nombre. En el caso de las marcas comerciales habría que añadirle la escogencia de un aspecto gráfico y la selección del color o gama cromática, que pueden dificultar (o favorecer) la necesaria y deseable coherencia y unidad, tanto semántica como semiológica. Desde el punto de vista del desempeño de la marca y de la percepción y reacción del consumidor, es obvio que toda empresa será reconocida y aceptada en la medida que sus productos y servicios satisfagan al consumidor a plenitud y representen valor agregado. Si es así, es muy probable el desarrollo de la credibilidad y la fidelidad a la marca (empresa), independientemente de la marca gráfica, de sus potencialidades o deficiencias significantes.

Dinámica de las marcas

Una marca en su desarrollo cronológico puede variar, reordenar su carga simbólica hacia una nueva o rediseñada identidad gráfica en razón de que sus simbolismos (imagotipos) caduquen o pierdan vigencia visual, o probablemente para adaptarse a nuevos estilos de vida, recurriendo muchas veces a la estrategia de ampliar su capacidad de abstracción (economía gráfica). La comunicación comercial, que invariablemente lleva el sello de la marca como garantía de autoría e identificación, se hace acompañar muchas veces de imágenes, personajes, argumentaciones, escenarios, situaciones diversas, sugerentes, provocativas, evocativas y modelizadoras, a través de las cuales —explicita o implícitamente— el protagonista es la empresa, servicio, producto o institución. Mientras las imágenes, argumentos y situaciones del discurso publicitario se agotan en sí mismas, se queman en su propia difusión masiva, la marca permanece. La marca es el elemento estable a lo interno de la comunicación publicitaria y esta invariabilidad sígnica y formal es la que fortalece su reconocimiento por parte de los distintos públicos (capacidad mnemotécnica o de recordación).

Esta eficacia simbólica podemos percibirla en términos pragmáticos: mientras el producto se compra, la marca se adquiere; el producto tiene precio, la marca valor; el producto se consume, la marca permanece; el producto es realidad, la marca percepción; y finalmente, si el producto denota, la marca connota.

Luego del nombre, al diseñarse un emblema, una marca gráfica, se está designado un dispositivo simbólico con posibilidades de conectar al individuo y a la sociedad, según sus vivencias y contextos, con un sistema de valores, de creencias y de rituales de identificación y consumo. Es importante destacar que la asignación del nombre para una marca, a diferencia de la designación de personas, es variable y modificable, esto de acuerdo a circunstancias y contextos particulares.

A este respecto, la marca es el elemento menos expuesto a la segmentación de las audiencias y de las motivaciones publicitarias, de ahí su importancia sociocultural. Estamos ante la consolidación de un modelo publicitario que no anuncia productos (como es el caso de la publicidad referencial) sino que significa marcas. Publicidad cuyo objetivo es conferir la mencionada entidad semiótica a la marca que, haciéndola percibir como imaginariamente distinta de su competencia (y única considerada en sí misma), consige una adhesión de sus destinatarios que se traduzca en el correspondiente valor de consumo. La consecuencia de esto es que la entidad semiótica de la marca sustituye a la utilidad del producto, de la misma manera que un valor de consumo sólo es referible a sí mismo. La marca en relación directa con la entidad sustituye al valor de cambio de los productos. Es la exhibición de la marca en la superficie del producto (en su envase, en su diseño, etc.) la que constituye ahora el ingrediente fundamental de la situación de compraventa.

La actual realidad de la compraventa, tal como se escenifica en los nuevos espacios comerciales, donde la exhibición del signo/mercancía se ha impuesto sobre la interacción dialéctica entre comprador y vendedor, es un tipo de actividad socioeconómica que necesariamente habría de generar su propia ritualidad, además de actualizar con nuevos moldes el carácter festivo atribuido a la misma en todas las sociedades históricas. Constatamos la apropiación ritual de las imágenes de marca, por definición inefables cuando se las ve plasmadas, al alcance de la mano, en su respectivo producto. Y es a través de este ejercicio de visibilidad pluriforme (mirar los signos de las mercancías con objeto de reconocer la imagen que de ellos ha construido la publicidad, mirar a los otros a través de los signos del bienestar que acopian, medirse uno mismo a través de la mirada de los otros, etc.), como la situación de compra, tal como se vive en la actualidad, proyecta su vertiente ritual como instrumento de socialización. Una vertiente ritual que, unida al componente festivo de la compra, actualiza y alcanza su plenitud en los nuevos centros mercantiles (malls) donde el comercio se fusiona con el ocio, conduce sacralizar tales establecimientos como auténticas «catedrales comerciales» de las actuales sociedades capitalistas.

¿Qué te pareció? ¡Comparte tu opinión ahora!


Opiniones:
49
Votos:
65

Este video podría interesarte👇👇👇

Colabora con la difusión de este artículo traduciéndolo

Traducir al inglés Traducir al italiano Traducir al portugués

El texto es una síntesis de la ponencia presentada por en el VII Congreso Venezolano Internacional de Semiótica (Maracaibo, Venezuela, 2012).

Código QR de acceso al artículo Marcados

Este artículo no expresa la opinión de los editores y responsables de FOROALFA, quienes no asumen responsabilidad alguna por su autoría y naturaleza. Para reproducirlo, salvo que estuviera expresamente indicado, por favor solicitar autorización al autor. Dada la gratuidad de este sitio y la condición hiper-textual del medio, agradeceremos evitar la reproducción total en otros sitios Web. Publicado el 16/04/2013

Descargar PDF

Debate

Logotipo de
Tu opinión

Ingresa con tu cuenta para opinar en este artículo. Si no la tienes, crea tu cuenta gratis ahora.

Retrato de Sergio Velazquez
0
Abr. 2013

No entiendo porque utilizar un lenguaje rebuscado, pudiendo decir las cosas de manera más sencilla, no esta en lo rebuscado lo interesante.

2
Retrato de Edwin Moreira Balladares
1
Abr. 2013

Me pregunto lo mismo Sergio, de hecho desde la entrada me sonó tan poco amigable. Me parece irónico que como diseñadores nos afanemos en lograr que nuestro trabajo sea asimilable y de fácil comprensión, pero escribiendo ideas seamos una piedra...

0
Retrato de Rosmen Alvarez
0
Abr. 2013

Totalmente de acuerdo, aunque me parece muy interesante el tema, me costo un mundo asimilarlo, pero creo que me ayudara a tener mas detenimiento al diseñar... ;D

0
Retrato de Leonel Felipe Fresneda Álvarez
0
Abr. 2013

No considero que sea un lenguaje «rebuscado», tampoco que sea menos sencillo; ya que es técnico. Defiendo el articulo sin intención de de polemizar. Aun así espero señores que uds lo hagan mejor en sus próximos textos.

0
Retrato de Edgar Augusto Galavis Añez
22
Abr. 2013

Mi respeto y comprensión para quienes opinan que mi artículo utiliza un lenguaje rebuscado. Como profesor universitario y diseñador les confieso que es muy difícil abordar el tema de la simbología marcaria y sus múltiples semiósis sin recurrir al campo lexical propio de la semiótica y la antropología, entre otras ciencias conectadas al signo y a lo social. Como bien coloqué al pie de mi escrito: El texto es una síntesis de mi ponencia presentada en el VII Congreso Venezolano Internacional de Semiótica (Venezuela, 2012).

«Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo». L. Wittgenstein

4
Responder
Retrato de Beatrix Towers
1
Beatrix Towers
Abr. 2013

Me es fascinante la mención del concepto economía gráfica y recordar marcas que han tenido ajustes en sus logotipos. Marcas como Shell y Starbucks, en las que la abstracción ha llegado a no mostrarnos su nombre. Cuando buscamos nuestras marcas (porque las hacemos nuestras y defendemos como si fueran de nuestra familia) vemos en el horizonte los establecimientos (gasolineras, cafeterías) y buscamos el amarillo, el rojo, la concha, la sirena, el verde; exploramos sus características físicas y no su nombre, así como rastreamos el cabello de nuestra mamá en un mar de señoras en una tienda.

1
Retrato de Ramon Davila
0
Ramon Davila
Abr. 2013

Puedo dar un ejemplo reafirmando lo que se dice de que estamos marcados por la marca. Accesorios que no tienen que ver con el producto en si pero que llevan graficamente el logo de una marca como los moños para el cabello, algunos son hechos con el papel y la imagen de papitas, chocolates (m&m's), estampas para autos con el logo apple, etc..

Lo que mas me llama la atencion es que una imagen simplista puede expresar todo un mundo de significado al producto. (lo siento, me faltaba espacio para terminar mi opinion XD)

1
Retrato de Jose Roberto L
1
Abr. 2013

preferencia, y nos damos cuenta que colgate es la mejor (aunque no lo sea pero mamá lo dice y la compra) o que un toyota es mucho mejor que un ford (auque no lo sea pero papá asi lo dice) y poco a poco vamos adoptando marcas que nos rodean, como a mi paso cuando era algo pequeño yo miraba que mis primos usaban tenis VANS y yo decía no no me gustan, jamas usare uno de ese tipo, pero cuando llegue a la secundaria-prepa (no recuerdo bien) estaban de moda y todos tenian minimo un par y fue cuando dije quiero unos vans... no cabe duda que las marcas llegaron para que quedarse y ser parte de la vida

0
Responder
Retrato de Angélica Lucía Cruz Lopez
1
Angélica Lucía Cruz Lopez
Jun. 2013

Normalmente el consumidor escoge un producto por el valor agregado que éste aporta y casi siempre relacionado a su funcionalidad,pero si además,la marca aporta cualquier valor psico-social que identifique de cómo somos o de cómo queremos llegar a ser, esto determinaría el elegir una marca u otra, y si se comprueba que esa promesa básica que connota la marca, se cumple, será fiel o no. Pero también en la sociedad actual, es el valor de la marca quien sopesa sobre la funcionalidad del producto; ya que el poseer un producto de una marca de «prestigio» nos diferencia del común de los consumidores.

0
Retrato de Edgar Augusto Galavis Añez
22
Jun. 2013

¡Excelente y muy acertado comentario amiga Angélica Lucía! Gracias....

0
Responder
Retrato de Jaime Andre Rodríguez
0
Jun. 2013

Cada marca tiene una identidad propia que se hace por como nuestro mercado la valla relacionando con su vida cotidiana provocando un sentimiento y una experiencia .Desde que conocemos una marca que se identifique con nosotros podemos serle fiel por que se adaptan a nuestra vida pero la pregunta seria ¿ Hasta donde nos provoca una marca para hacerla nuestra?

1
Retrato de Edgar Augusto Galavis Añez
22
Jun. 2013

Saludos amigo Jaime. La noción de fidelidad es un camino de doble vía. Existe tanto la fidelidad del consumidor como la del producto. Es casi como una relación de pareja. Una marca al inicio nos provoca, nos seduce por su presencia (empaque), por su promesa básica (cualidades) y se va haciendo cada vez más nuestra en la medida que satisface nuestras expectativas y deseos. Desde ese momento nosotros como consumidores decretamos también nuestra fidelidad a ella. Es cuestión de correspondencia, de dar y recibir.

0
Responder
Retrato de Silvia Roan
0
Jun. 2013

Tiene mucha razón, desde el momento en el comenzamos a tener conciencia de nuestras vidas, preferimos algunas marcas porque crecemos con ellas, y con el paso del tiempo vamos escogiendo y probando qué marca es la que más nos acomoda en nuestro estilo de vida, y en algunas ocasiones se adquieren marcas con el estilo de vida que desearíamos para nosotros.

1
Retrato de Jonas Athie
0
Jun. 2013

ohh si tienes razon :)

1
Responder
Retrato de Eldar Fëanturi
0
Jun. 2013

Cada marca tiene su propia personalidad de cierto modo que el mercado tiene su punto de vista en relación a lo que refleja la empresa y las personas que hacen uso de su marca, es por cuestión de estatus y de pertenencia en donde se nos dan las opciones y la que preferimos es el estilo de vida que marcamos en nuestra cotidianidad, estamos viviendo el sueño de alguien más al colaborar con el propósito de la marca y lo hacemos propio al involucrarlo en nuestra visión de vida, eso es lo que hace fuerte a una marca el poder cultural.

1
Retrato de Jonas Athie
0
Jun. 2013

excelente *0*

0
Responder
Retrato de Juanjo Gana
6
May. 2013

Muy buena reflexión Edgar. Saludos

1
Retrato de Edgar Augusto Galavis Añez
22
Jun. 2013

Gracias amigo Juanjo. Saludos desde Venezuela.

0
Responder
Retrato de Ana Laura Molero
2
Ana Laura Molero
Feb. 2014

Buenas tardes, profe. Muy bueno su artículo. Es verdaderamente importante para quienes nos dedicaremos a esto en un futuro concebir la marca de un determinado producto desde una concepción más completa. Más allá de lo formalmente estudiado, debemos interpretar esa representanción gráfica eficazmente. Sabiendo que desde la perspectiva publicitaria, la marca es simbolicamente representativa tanto para el consumidor, nuestro objetivo comercial, como para la compañía. La marca es mucho más que un signo, más que un juego de tonalidades, es la exhibición sintetizada de los fines empresariales.

1
Retrato de Beto Povea
1
Sept. 2013

Ando haciendo un proyecto de marcas de diseño venezolano, y esta informacion me ayudo. Gracias!

1
Retrato de Ale Canto
0
Jun. 2013

Si es cierto que una marca llega a ser una marca reconocida y de prestigio por la calidad y distinción que ofrece en relación con otros productos; y también se puede decir que una marca, ya sea relacionada con lo textil o con la tecnología, siempre va asociada a un buen producto, pero en numerosas ocasiones podemos equivocarnos.

En conclusión, creo que existen productos de marca que merecen la pena por su diseño y calidad, aunque el precio sea elevado si otro producto no me ofrece lo mismo por menos precio.

1

Te podrían interesar

Próximos seminarios online

Seminarios de actualización para especializarte junto a los que más saben

Auditoría de Marca

Auditoría de Marca

Taller de práctica profesional: análisis, diagnóstico y programa de marca sobre casos reales

30 horas (aprox.)
1 abril

Relecturas del Diseño

Relecturas del Diseño

Una inmersión en el discurso sobre el diseño para despejar sus nociones más controvertidas: creatividad, innovación, arte, tecnología...

20 horas (aprox.)
1 abril

Branding: Diseñador y Cliente

Branding: Diseñador y Cliente

Tratar con el cliente, hacer presupuestos y planificar las etapas de la creación de una marca

15 horas (aprox.)
1 abril